En escasos días habrán de cumplirse dos meses desde que David Monreal Ávila presumió aquello de que este 2025 llevaría como nombre el “Año del Bienestar”. Una entelequia mucho más abstracta que el “Año de la Paz”, que concluyó con la burla pública y un gobierno delirante cada que habla de una presunta “pacificación”.

Probablemente el de la nueva gobernanza no tenga ni la más remota idea de qué es exactamente lo que quiere de su “Año del Bienestar”, pues no son pocas las ocasiones que ha “invitado” a distintos sectores para “construir” la agenda del 2025, que girará en torno a un concepto que tampoco ha explicado qué significa en su imaginario.

Se torna un tanto tedioso este redondeo de cifras de la supuesta reducción en los índices de inseguridad que David todavía comparte en sus videos. Un sinsentido que la gente ha comenzado a detestar en sus redes sociales, inundadas de comentarios menos ficticios sobre la realidad de Zacatecas.

Ese es el verdadero pulso que su “gobierno” (así le dicen) se empeña en negar, y ver “moros con tranchetes” en la libre expresión ciudadana ya no alcanza como estrategia para demeritar la opinión pública. Claro, a excepción de Saúl Monreal Ávila que incluso se desgañita por acusar una ficticia alianza entre “derechas e izquierdas”.

Empero, los Monreal han dejado de permear en el ánimo ciudadano desde hace tiempo. Apenas comienza el cuarto año de “gobierno” (según le llaman), y la percepción real se escucha por doquier. No se trata de sondeos y encuestas, es más bien la postura ciudadana generalizada en las calles y las sobremesas.

¿Cómo va a atajar el “Año del Bienestar” el consenso que David rompió desde el día uno de su gobierno? ¿Al menos están pensando recomponerlo, o ni siquiera tiene ese objetivo? Antiguos operadores de los de Puebla del Palmar afirman a este espacio que ya pusieron en marcha una risible “operación cicatriz” en distintos municipios.

No proviene de la Jefatura de la Oficina del Gobernador, sino de los despachos del Bienestar. Sabedores de que viven sus últimos días de empoderamiento a través del servilismo y la prepotencia, la gente de Verónica del Carmen Díaz Robles ha comenzado a circular algunas “convocatorias”.

Que la senadora se encuentra de puertas abiertas a quienes excluyó llena de soberbia y altanería, muy características en la forma de tratar a sus súbditos. Que ya es momento de recomponer algunos comités directivos del partido incluyendo gente a la que pisoteó y humilló con pedantería de sobra.

Los anzuelos que comienzan a enviar están relacionados con el relevo en la delegación de Bienestar, del cual hablamos en una entrega anterior. Mientras David empuja a Gabriela Evangelina Pinedo Morales como substituta, Ricardo y Saúl patrocinan a Bennelly Hernández Ruedas.

La disputa, no obstante, se dirimirá en la Ciudad de México, ya que existen distintas expresiones políticas que se han pronunciado desde este momento para exigir la cuota que todo el mundo codicia. Ahí está la camarilla política del PT que encabezan Geovanna Bañuelos de la Torre y Alfredo Femat Bañuelos (por separado).

El grupo de los “Ulises”, ahora menos favorecidos por la mirada presidencial de Claudia Sheinbaum Pardo. Los disruptivos que flanquean a Alfonso Ramírez Cuellar (el representante más cercano de Palacio Nacional). El clan de Mario Delgado Carrillo y su propuesta en Oscar Novella Macías; y los que se junten.

La única ventaja que mantiene David sobre todos ellos son sus conocidos berrinches y rabietas chantajistas, tal como sucedió en la formación de la planilla del Senado de la República en la que desplazaron al “Chachorro” hasta el segundo puesto. El de la nueva gobernanza espera un espacio de oportunidad parecido al de ese episodio.

Tiene que ver con las presiones que han hecho saber las y los gobernadores guindas a Sheinbaum Pardo para desestabilizar y quitarse de responsabilidades si los programas sociales dejan de fluir de manera regular en caso de que no les permitan mantener a sus cuadros en las oficinas estatales del Bienestar.

El pretexto: existen estados en que las y los delegados dificultan la relación política con los mandatarios de Morena, lo que genera quiebres y divisiones tempranas en sus estructuras de voto duro. Dependerá entonces de si las presiones doblan a Claudia, o si en Palacio Nacional exigirán disciplina y obediencia (esto es menos probable).

Todo parece indicar que David mantiene en “suspenso” (es un decir) toda la “Agenda del Bienestar” (es otro decir) en espera de que le cumplan una más de sus conocidas pataletas. Estará sujeta, en buena medida, a lo que ofrezca el gobierno federal, porque los recursos locales -todos- se fueron al “robo del siglo”: el viaducto elevado.


#Casualidades: En Fresnillo la “oposición” está por los suelos, y comenzando a cavar la superficie. Pocos se explican las decisiones de Javier Torres Rodríguez después de una campaña electoral marcada contra los Monreal.

Obviamente, si se toma en cuenta el presunto acuerdo en Puebla del Palmar entre “Javo” y sus otrora enemigos, muchas cosas comienzan a hacer sentido, como el llenar de “monrealistas” el Sistema de Agua Potable de Fresnillo (SIAPASF).

Su conocida discreción en los resultados de las auditorías a la administración de Saúl Monreal Ávila y Rita Quiñones de Luna. El uso de recursos para pavimentar calles del municipio en donde viven sus familiares.

La ruptura con distintos equipos y grupos políticos (aunque en su mente exista, de manera obsesiva, solo un nombre a quien culpar: Pepe Haro).  Y los compromisos que había contraído con sus operadores en campo, y terminó traicionando.

De puertas hacia adentro, el municipio de Fresnillo vive una realidad que únicamente ellos comparten y comprenden. Hacia afuera, sin embargo, la estela de inseguridad sigue causando estragos impunemente.

Por ello, un colectivo nutrido de regidores y secretarios, junto con choferes y personal administrativo ya se disponen a viajar a Estados Unidos en próximos días. Una “merecida” visita para los recién electos que parecen sobresalir en una burbuja de su propia imaginación.

Lo de menos son los gastos navideños que denunció el diputado Martín Álvarez Casio (con documentos en mano) por dos millones de pesos, para construir un aura un tanto deprimente en las calles.

La pista de hielo terminó rentándola al empresario que ayudó a Jorge Miranda Castro en el negocio millonario de la “Capital Iluminada”: Julio César González Hernández (uno de los favoritos de Palacio Nacional). ¿Tan rápido lo doblaron?

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