• En estos momentos no hay certidumbre de la alianza con Morena y el PVEM como algunos partidos lo aseguraron hace semanas.
  • Tenemos como meta incrementar en 10 mil nuestros afiiliados, y para ello hemos nombrado a coordinadores y coordinadoras en cada municipio y distrito.

Zacatecas, Zac.- “Somos un partido que hemos tomado una ruta crítica para llegar fuertes al 2021, y cuando decimos fuerte es porque queremos llegar con una estructura propia y no prestada” así define Alfredo Femat Bañuelos el papel que jugará el Partido del Trabajo en la elección del próximo 6 de junio.

En las instalaciones del PT, el diputado federal recibió a Agenda Política para charlar sobre los temas que definirán el proceso electoral en marcha desde el pasado 7 de septiembre. Platicó también sobre su trabajo legislativo, a dos años del triunfo de la Cuarta Transformación en 2018.

No son pocos los que esperan turno para conversar con el exrector y exdiputado local (por el mismo partido) en un sábado de audiencia. Uno tras otro, Femat despacha a los grupos que llegan de manera constante, con las medidas sanitarias obligadas en esta “nueva normalidad”.

“Nosotros tenemos en Zacatecas, en estos momentos, 67 mil afiliados. Pero, muchas de estas son afiliaciones de papel. Existen en nuestras listas, sin embargo, si esa militancia no está activa, no es orgánica, evidentemente no sentirá mucho compromiso con su partido”, nos dice al respecto de la vida interna del PT en estos momentos.

¿Cómo reforzar una estructura propia que en el 2021 les permita sin alianza, o bien, en alianza parcial o total, tener buenos resultados y una militancia que no sea de papel?

– En primer lugar, tenemos como meta incrementar en 10 mil nuestros afiiliados, y para ello hemos nombrado a un hombre y a una mujer (respetando el principio de paridad de género) en cada municipio, distrito local y federal, y en general en Zacatecas que coordinen tanto el proceso de afiliación como la reactivación de la vida orgánica del PT.

Por eso, el Comité Ejecutivo Nacional desde el mes de febrero de este año mandató a que todos los estados renovaran los órganos municipales y estatales del partido.

Con fecha límite hasta el 6 de septiembre teníamos que garantizar también en nuestros estatutos la paridad de género en la asignación de candidaturas. Fue por eso que en julio y agosto el PT renovó 38 dirigencias municipales en Zacatecas, y luego tuvimos el congreso estatal el 15 de agosto y el 22 de agosto el nacional.

Y tenemos hasta el 30 de noviembre para concluir nuestro proceso de afiliación. En consecuencia, este procedimiento nos permitirá detectar a las y los posibles candidatos por municipio y distrito, dentro de sus capacidades para aglutinar a los petistas en Zacatecas.

De acuerdo con la ley electoral, las precampañas iniciarán en el mes de diciembre y ahí iniciaremos nuestro proceso interno con la finalidad de definir a los precandidatos y precandidatas, mismos que ya deberán de tener un trabajo identificado y una militancia identificada.

Por lo tanto, este ejército de petistas ya ubicados en cada municipio y región se darán a la tarea de convencimiento de familiares, vecinos, comunidades y nichos sociales para que salgan a votar por nuestro partido. Pero tan sólo con nuestros afiliados, el PT representará mínimamente el 15% de la votación en nuestro estado.

Entre noviembre y diciembre, los partidos también tendrán que definir su política de alianzas. ¿En estos momentos cómo pinta el panorama para una posible coalición con Morena y el Verde Ecologista?

– A través de la dirigencia nacional, conformada por el Comité Ejecutivo y la Coordinadora nacionales, tendrán que definirle al PT si vamos solos, o si vamos en alianza ya sea parcial o total.

Si nos dicen: en Zacatecas van solos, entonces nosotros a finales de enero deberíamos de contemplar ya un precandidato o precandidata para la boleta electoral a la gubernatura.

En cambio, si la alianza se formaliza, entonces presentaremos precandidato y precandidata a la gubernatura, a los municipios, y a los distritos, atendiendo a la asignación de género que se formalizará con la coalición frente al Instituto Electoral.

Esto debe de ser así también porque de llegar a un acuerdo con Morena y el presidente Andrés Manuel López Obrador a Zacatecas -situación que todavía es incierta-, y al PT le asignaran la candidatura al gobierno a una mujer, entonces nos quedaríamos sin una aspirante competitiva si no contemplamos a tiempo la relevancia de la equidad de género.

No obstante, en estos momentos no hay certidumbre de las alianzas como algunos partidos lo aseguraron hace semanas. Esto porque en Morena ni siquiera hay una dirigencia en firme. ¿Cuáles acuerdos? No hay. Ni hay tiempo electoral, y Morena no tiene dirigencia, entonces con quién te sientas a platicar de consensos.

Esperaremos obligatoriamente los tiempos que nos marque el Instituto Electoral para definir si queremos o no la alianza, y bajo qué condiciones. Además, la Regeneración Nacional tiene que resolver sus conflictos internos para arribar con certeza al proceso de coalición en la que cada partido presentará aspirantes, y serán los sondeos los que nos digan quiénes tienen mayores probabilidades de triunfo.

Pero, ahorita, al día de hoy, no hay ningún acuerdo con ningún partido. Por lo tanto, el Partido del Trabajo tiene que hacer una estrategia de fortalecimiento pensando en la posibilidad de asistir de forma individual a la contienda.

¿También la candidatura a gobernador o gobernadora en el PT se tendría que definir a través de encuestas?

– Hasta el momento, el sentir de los petistas es que pudiera haber cuatro compañeros que, llegados los tiempos, pudieran participar en el proceso interno: Geovanna Bañuelos, Magdalena Núñez, José Luis Figueroa (mejor conocido como “El Cepillo), y tu servidor Alfredo Femat.

A partir de una medición sabremos cuál hombre y mujer están mejor posicionados, y serán ellos los que asistirán a las mesas de negociación de la probable coalición, en donde el PT estará listo para presentar cualquiera de los dos géneros como aspirantes.

¿Los cuatro están listos?

– Listos, activos y operando en tierra y aire.

¿Cuál es el balance de estos dos años de trabajo y gestión legislativa de Alfredo Femat Bañuelos en la Cámara de Diputados?

– Una de las ventajas en mi labor como diputado es que conozco de ciencia cierta la problemática de las universidades públicas del país de manera profunda. Yo realmente me especialicé en los temas universitarios cuando participé activamente en la máxima casa de estudios de Zacatecas.

Y el problema no es uno de administrar o no bien los dineros públicos. A partir del 2 de octubre de 1968 los grupos disidentes encontraron en las universidades un refugio donde crecieron en ideología y organización política.

No es casualidad entonces que en estos centros de estudios, como por ejemplo, en Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Sonora y Zacatecas, los gobiernos restringieron el incremento de plazas administrativas y académicas porque se convirtieron en nichos contestatarios. Además, la vocación social de sus estudios fue un problema dentro del modelo económico neoliberal.

Gracias a las reflexiones que he acumulado con todas las expresiones universitarias en Zacatecas y en otros estados, es que pude tomar la tribuna para defender la educación superior pública en momentos en que se encontraba en colapso.

Eso me permite llevar la negociación con el acompañamiento de otros diputados y senadores para orientar el debate. Y aproveché la instalación de una nueva forma de hacer gobierno en diciembre del 2018, altamente sensible a las causas universitarias, lo cual nos trajo una bolsa extraordinaria de 2 mil 400 millones de pesos, de los cuales la UAZ recibió 250 millones y pudiera salir del marasmo financiero urgente.

Lo mismo que en diciembre del 2019, otros 250 millones desde la Oficialía Mayor de la Secretaría de Educación Pública gracias al liderazgo que ya habíamos logrado con las universidades que pasaban por dificultades financieras apremiantes.

Fue el 19 de septiembre del 2018, a días de que había rendido protesta como diputado, cuando usé la tribuna para presentar un punto de acuerdo que permitiera la comparecencia del Secretario de Hacienda, en ese entonces José Antonio González Anaya, para explicar el trato desigual a la edudación superior pública.

Afortunadamente se votó de forma unánime en el pleno, y me permitió abrir la puerta a la negociación para que en diciembre nos dieran esta bolsa de recursos extraordinarios por el orden de los 2 mil 400 millones de pesos.

¿Qué perspectiva tienen en la captación de recursos extraordinarios para este 2020? En medio de la crisis sanitaria, el Gobierno de México ha hecho un recorte general de gastos y reasignación de presupuestos.

– Este año va a ser complicado. Muy complicado. Una vez más faltan 300 millones para cerrar el ejercicio fiscal de la universidad. La UAZ patinará a partir de octubre, una vez más.

Confío en la solidaridad el apoyo del Gobierno del Estado. Creo que Alejandro Tello no ha tenido ningún problema con la UAZ. De hecho es de los gobernadores que no ha tenido problemas con la universidad y yo espero que exista el apoyo.

Y dos: el rector Antonio Guzmán Fernández y tu servidor ya estamos en reuniones permanentes con Luciano Concheiro Bórquez, Subsecretario de Educación Superior, porque le interesa que la universidad sea el prototipo de vinculación entre academia y sociedad.

Una universidad más comprometida con los problemas de la gente, y hemos tenido varias reuniones en la idea de presentar un modelo con mayor pertinencia y sentido social.

Legislativamente, ¿cómo se ataja la urgencia de recursos en una nueva realidad para las universidades del país?

– Nos encontramos en la coyuntura de la aprobación de la Ley General de Educación Superior. Por ello mi interés en participar en las mesas de trabajo en la Comisión de Eduacación tanto en la Cámara de Diputados como la Cámara de Senadores y el Secretario de Eduación, Esteban Moctezuma Barragán.

Ahí he logrado generar conciencia para introducir en el nuevo marco legal que así como habrá un fondo de gratuidad y un fondo de obligatoriedad como bolsas independientes del presupuesto, para reforzar a las universidades públicas del país yo propuse un fondo para restituir el maltrato que vivieron estos centros educativos hace más de 30 años.

Porque a pesar de que triplicaron su matrícula de alumnos, nunca les permitieron formalizar una plaza docente más. El origen del deterioro financiero fue generado por la misma SEP con políticas heterogéneas para todas las universidades.

Y otro acierto es que logré que entrara en la propuesta el trato desigual de los gobiernos estatales, a través de las legislaturas. Porque hay entidades como San Luis Potosí que sólo aporta el 11 % a su universidad, o Zacatecas el 12%, mientras que en Veracruz aportan el 50%.

En suma, el promedio nacional de aportaciones de los gobiernos de los estados a las universidades públicas es del 36%. Entonces, mi interés en esta nueva ley es que se establezca, por vez primera, un tope de ingresos estatales aprobados por las legislaturas de 36% de los recursos de los gobiernos.

Eso significa que si hoy la UAZ recibe del gobierno del estado un 12% que significan 250 millones, al pasar a una aportación de 36% el incremento sería en 750 millones totales. Ese incremento de 500 millones por tener una obligación homogénea en el país permitiría que la universidad resuelva el problema permanente de recursos financieros.

¿Cómo ha recibido la bancada del PT las nuevas políticas de austeridad de la Cuarta Transformación en San Lázaro?

– Efectivamente, hay cambios de fondo en el formato y en el contenido de la actividad legislativa federal. Anterior a la LXIV Legislatura parte de la gobernabilidad de este país pasaba por la aprobación del presupuesto, y cómo esta generaba una especie de cuota desde la Cámara Baja que llegó a significar casi 10 mil millones de pesos para aprobar los dineros públicos.

Esto con la finalidad de hacerse recursos y llevar obra pública a los distritos. Desde que nosotros llegamos hay un cambio fundamental. A los diputados federales se les dejó de asignar 400 mil pesos para la adquisición de un vehículo y una computadora.

A nuestro arribo a la Cámara, incluso estaban etiquetados esos recursos, pero decidimos reasignarlos a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público con un valor de 400 millones que luego sirvieron a las familias daminificadas por el último sismo en Oaxaca.

Otro cambio de forma: los diputados ganaban 152 mil pesos de salario, más seguro de vida, más seguro privado de gastos médicos, más viáticos y gasolina. Consecuentes con nuestra campaña electoral, Andrés Manuel López Obrador nos solicitó reducir nuestras percepciones por debajo de lo que percibe el Poder Ejecutivo Federal.

Así acordamos concluir con los privilegios y estandarizar nuestros salarios en 74 mil pesos mensuales. Ya no hay pasajes aéreos como antes. Ahora con tu propia percepción salarial tienes que pagar renta, comidas, traslados. Y ese fue un cambio que se recibió con molestia por parte de muchos diputados no comprometidos con esta transformación.

Muchos de ellos esperaban la aprobación del presupuesto en diciembre del 2018 para recibir recursos por 20 millones que luego podías traducir en obra pública para tus votantes. Y cambia el papel del legislador como gestor como uno comprometido por el debate y aprobación de leyes.

Además, en varias secretarias del Gobierno de México circuló un oficio del propio Andrés Manuel López Obrador donde solicita que se terminaban los privilegios y canonjías para cualquier legislador federal. A partir de entonces los secretarios no tienen ninguna obligación de darle un trato especial o exclusivo a un diputado por ser diputado.

¿Estos cambios también han incomodado a Alfredo Femat?

– Cuando yo concluyo mi rectoría en la UAZ y decido de lleno entrar en política, ya fuera de la universidad, organicé una asociación civil que se llama Zacatecas Rojo. La formé en el 2010, y desde ahí jalé recursos federales, por lo que me acostumbré a trabajar con puesto y sin puesto.

De tal manera que desde el 2010 a la fecha no he dejado de manejar diversos programas. Claro, como diputado local pude potenciar ese trabajo porque mis gastos de Herramientas Legislativas y Gestión Social las invertí en la compra de carteras de huevo.

Era el diputado de los huevos rojos, como Santa Claus, entregando casi 200 mil de estos. Aprovechando mi perfil de diputado plurinominal fui a todos los municipios para entregar estos apoyos, y recibí de la ciudadanía agradecimiento por encima de otros compañeros que ni se paraban en sus distritos.

Ahora, al llegar a la diputación federal, con acuerdos para la austeridad y el finiquito del dispendio, no ha impedido invertir mis ingresos en programas de apoyo y de subsidio compartido con la organización Mariana Trinitaria y seguimos trabajando con le gente igual que antes, por mi vocación.

Para concluir Femat, y retomando el tema electoral: ¿ves en Jesús Cid Vázquez una candidatura competitiva a diputado local en Fresnillo?

– Pues Jesús sí trae ganas. No es tiempo, ni momento. Él tendrá que hacer su trabajo de afiliación en Fresnillo si es que quiere ser considerado para ser candidato por el partido, o aspirante en las mediciones de la coalición.

Lo que debe de hacer Jesús es meterse a trabajar de lleno por el distrito que él cree que pueda representar una candidatura competitiva. La recomendación que le doy es que trabaje de tiempo completo.

¿A repartir huevos?

– A repartir huevos, tinacos, lo que sea es bueno para la ciudadanía. Pero sobre todo a trabajar con la gente. Eso es lo que espera la sociedad, verte ahí cerca de ellos, que les generes confianza para convencerlos de que no solo vas por su voto. ▨

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