Para entender la crisis de recursos públicos que está por detonar en eso que llaman la nueva gobernanza, es necesario regresar al último mensaje que dirigió Alejandro Tello Cristerna al gobierno federal. Fue el 6 de septiembre cuando lamentó “la mínima sensibilidad e interés de apoyar en el cierre [del gobierno] en beneficio de los ciudadanos”.

Un anuncio cifrado que enmascaraba una realidad ahora evidente. Zacatecas arrastra un déficit en la captación de aportaciones y participaciones federales, patrocinado por la Cuarta Transformación. Hacia el segundo trimestre del año, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, de la Cámara de Diputados, evidenció el rezago presupuestal que hoy se encuentra al límite.

En conjunto, ambos rubros empujaban un pasivo de casi 700 millones de pesos que impide cubrir los compromisos fiscales de este 2021. La mayoría, concentrados en el pago de nómina de la burocracia estatal (incluida la rama educativa y de salud), así como de los jubilados y pensionados del ISSSTEZAC, a la que se suma una Junta Directiva incompleta y omisa en la dispersión correcta de la última quincena.

Además, de acuerdo con el avance financiero por programa, el presupuesto para educación pública (FONE y bolsas extraordinarias) tenía una merma de las dos terceras partes del recurso necesario. Es decir, para cubrir la nómina que no logró federalizarse, se necesitan alrededor de mil 200 millones de pesos. Con corte al mes de junio, esa cantidad apenas alcanzaba los 300 millones.

Habitualmente, Alejandro Tello procuraba que esa bolsa estuviera actualizada en 600 millones (100 millones por mes) en el primer semestre, para equilibrar la balanza deficitaria. Antes, esos pasivos se resolvían con las gestiones en la Secretaría de Hacienda, contrario a lo que sucede en estos días. No obstante, en medio de una elección que le cerró la llave a los gobiernos estatales, el flujo monetario se estancó.

En ninguno de esos cabildeos estuvo presente Ricardo Olivares Sánchez, pues era una tarea que Alejandro le cedía a Jorge Miranda Castro. Y aunque David Monreal buscó abrir puertas previo a que rindiera protesta como ‘gobernador‘, el clima en la Ciudad de México era todo lo que se podía esperar en el distanciamiento de su hermano Ricardo con Andrés Manuel López Obrador.

A David se le han ido los primeros días en banalidades. Fiestas fifí en Palacio de Gobierno, con antesala en el antro “La Mina”. Invitaciones desmesuradamente fastuosas a un evento protocolario que bien podría haber realizado en la Legislatura, y que desconocemos cuánto dinero le costó. Designación de gabinete por goteo, sin una identidad propia de gobierno.

Y lo peor, ratificar a un secretario de Finanzas que está dispuesto a dejar su dignidad en el tapete de la nueva gobernanza con tal de permanecer vigente. Sólo alguien como Ricardo Olivares podría permitir que David lo retrate como a un funcionario timorato que, tembloroso (así lo calificó), fue a darle la noticia del déficit presupuestal.

Sólo alguien como Olivares Sánchez se compromete a conducir una oficina a la que le han cercenado al personal de subdirecciones en adelante. Ellos conocían los huecos fiscales que cada año representa el presupuesto de Zacatecas, así como las estrategias a realizar para que la falta de dinero no convergiera en la inconformidad de la base laboral.

En cambio, han comenzado el relleno de la nómina con perfiles que, en algunos casos, no tienen las capacidades necesarias para enfrentar una crisis de recursos. A cambio, lo único que pide la nueva gobernanza es que dejen la dignidad en sus hogares, pues lo que importa realmente es justificar con falacias la ineptitud de esta administración.

David Monreal tiene toda la radiografía de la carencia de recursos por insuficiencia e ineficiencia en sus gestiones, no lo puede negar. Sin embargo, quiere remendar el hoyo fiscal con un parche de discursos electoreros: vaciaron las arcas, hubo mala administración de los dineros, no nos dejaron ni para pagar la quincena, vivimos una emergencia social.

Y Alejandro Tello se lo advirtió ese mismo 6 de septiembre: “el gobierno del estado por décadas ha tenido que ir postergando pago del seguro social, pago de impuestos y al siguiente mes lo paga. Porque es tan escaso el recurso con el que contamos que vivimos al día y tenemos que priorizar el pago de la nómina, nos vamos atrasando y luego hacemos acuerdos conclusivos y pagamos”.

Empero, se acabó el candidato del “con el pueblo todo, sin el pueblo nada”, y tenemos a un ‘mandatario’ que en vez de renunciar a su salario los mismos días que el personal no cobre, ni siquiera se puede coordinar con los legisladores de sus partidos. Ya no digamos que sea reconocido ante la federación como un aliado. Recibe, en cambio, un trato de desprecio.

Y es tan inverosímil como el gasto que realizó la senadora recién apodada “Showle” Luévano, para cubrir de espectaculares la capital zacatecana que publiciten la supuesta lucha que dará por el presupuesto. En la nueva gobernanza no hay la mínima sensatez por asumir los riesgos del gobierno y, en cambio, les sobran las trivialidades de la embriaguez del triunfo.


#Casualidades: Por un lapso breve de tiempo, la Dirección de Imagen Institucional del gobierno estatal quedará en manos del controvertido Rafael Llamas Sabag. Trasladarán las oficinas de Zacatecas 3.0 a Ciudad Administrativa en lo que aterriza otro titular de la Ciudad de México.

Es uno más de los recién desempacados que llega con actitud de prepotencia sobrada a descargar la nueva gobernanza sobre el personal, como si se tratase de enemigos. Así empujan el conflicto con la base votante que confió en ellos para alcanzar un “cambio” ahora convertido en revancha.

Rodrigo Reyes, representante de Ricardo Monreal Ávila en Zacatecas, fue el encargado de contratar a un despacho en la capital del país para diseñar el curioso logo de la transformación de Zacatecas. Resalta en la imagen la absoluta austeridad y la monotonía muy propias del ‘gobierno’ de David.

Es un logo tan malo que, Gerardo Flores, ahora Coordinador de Comunicación Social, tuvo que explicar en Facebook el significado y el mensaje que querían dar con el emblema. Y aquello de privilegiar al talento local quedó en una simple prédica.

Confiados en que, desde cuentas apócrifas, desgastarán a la “prensa opositora” minimizan la cantidad de comentarios negativos que brotaron en Facebook después de las declaraciones de David Monreal acerca del retraso en el pago de la nómina.

Es la llamarada que necesitaban para encender, otra vez, el descontento con los sindicatos que conjuntan alrededor de 15 mil agremiados. Son 15 mil votos que, multiplicados por los de sus familiares y sumados a los de la burocracia, abandonan temprano el barco monrealista.

Twitter: @GabrielConV

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