No sólo lo encapsularon. A David Monreal Ávila lo han cuidado desde la elección 2016. En aquellos tiempos Verónica del Carmen Díaz Robles decidía a quien sí y a quién no le tomaba las llamadas el aspirante. Transcurrieron cinco años, un puesto en el gabinete federal que concluyó de la peor forma, y otra candidatura lastimada por sus propios errores.

Y la estrategia es la misma. Durante el transcurso de la semana, David no ha salido del municipio de Guadalupe, en donde lo cuida Julio César Chávez Padilla. Previo a su toma de protesta apareció un par de veces en Fresnillo, en eventos que le programó Saúl Monreal con obra pública que gestionó la administración municipal, mucho más eficiente en esos menesteres.

Utilizó la catástrofe en Genaro Codina para darle la vuelta a los burócratas, profesores, jubilados y pensionados, que luego interrumpía en lujosas fiestas a las que posiblemente volverá este mismo fin de semana pues viene el festejo de la delegada de Bienestar. Como a un niño mimado, sus grupúsculos lo protegen de la realidad para la que fue electo.

Ese es David. El que Ricardo Monreal intentó vender como un político maduro y de experiencia, aunque, en el fondo, el senador sabía que su hermano ya había perdido el piso. No sólo se equivocó el exgobernador al intentar diluir las barreras que el candidato se impuso, incluso terminó por consolidarlas al promocionar “La Infamia” y luego mandarla al basurero meses después.

Hoy, el último resquicio de control que le queda a Ricardo es el nombramiento en la Secretaría General de Gobierno. Ya no le servirá de mucho. A David le siguen los pasos Mariano Alberto Casas Valadez y César Artemio González Navarro. Es evidente el control que mantienen Verónica Díaz y Julio César Chávez, y son los filtros por los que deberá pasar el o la encargada de la política interna.

Y esa será le tendencia que veamos en este sexenio. Malcriar al “gobernador” que se dedicó a romper el consenso político para rodearse de cuates y cuotas, mientras el estado entra y sale de crisis constantes y sonantes. Diputados como Ernesto González Romo dan la mejor muestra de lo que se necesita para ser uno más de esa frágil y pequeña burbuja.

Que David será uno de los aliados y consentidos de Andrés Manuel López Obrador, dice el asesor de María Soledad Luévano Cantú. La venda en los ojos es grande, sin embargo, la evidencia queda en el registro. No es la primera vez que el presidente desprecia al de Fresnillo. Recordemos que, por instrucciones de Palacio Nacional, David se quedó sin Crédito Ganadero todo el 2020.

El siguiente paso lo dio Ricardo al entrar en el juego de la sucesión anticipada que le impuso Andrés Manuel. Qué mejor imagen que la del coordinador de senadores de Morena y el canciller Marcelo Ebrard Casaubón en un desayuno fifí (de los que ya no tiene con el presidente) en los interiores de la casa de Eldaa Catalina Monreal Pérez. Cada fibra que rompe Ricardo, es una sentencia para su hermano en Zacatecas.

Por eso David rehúye a cualquier intento de asistir de manera individual a la Ciudad de México, en estos días, con la finalidad de tocar puertas que le cerraron desde antes de que asumiera la investidura el pasado 15 de septiembre. Lanza al “tembloroso” Ricardo Olivares a pedir un nuevo adelanto de participaciones, quien consigue una cantidad mínima que luego su gobernador rechaza.

Empero, la realidad busca sus cauces. Este jueves, Alfredo Femat Bañuelos se encargó de dar énfasis al maltrato que recibe de la federación el efímero movimiento ricardista en la Cámara de Diputados. Con calidad de urgente, el diputado federal del PT evidenció que tuvieron que solicitar, una vez más, que la Secretaría de Hacienda les diera audiencia.

Dos días antes, en una conferencia de prensa en la que acompañó a “Showle” Luévano y a Benelly Hernández Ruedas, anticipaban que nadie los escucha en la Ciudad de México. Por eso la bancada de monrealistas (como los llama el magisterio disidente) en la LXIV Legislatura, hizo hasta lo imposible por evitar la aprobación de un exhorto para que David hiciera su trabajo.

El artículo 73 de la constitución de Zacatecas señala específicamente que es el gobernador el representante del estado ante la federación, y sólo en casos excepcionales se delegará su función. Con pocos agremiados, llenos de legítima molestia, Marcelino Rodarte Hernández logró lo que hasta el momento no han hecho, por su filiación política, los demás sindicatos.

Una moción que despertó la furia de la diputada Maribel Galván Jiménez, cuando José Juan Mendoza Maldonado la increpó acerca de su justificación para no incluir ese artículo en el acuerdo. Empero, lo único que lograron los monrealistas fue aplazar un exhorto -que terminó por aprobarse cinco horas después- con el mismo contenido: que David haga su trabajo.

Lo más perverso, por encima de la desinformación con la que intenta defenderse el mandatario mimado, es que su propio secretario particular, Mariano Casas, le confirmó a los manifestantes que lo increparon en uno de sus múltiples eventos publicitarios (como los hacía Ulises Mejía Haro), que efectivamente en el ISSSTEZAC no pagan porque no hay quien encabece la Junta Directiva. Un verdadero desastre.


#Casualidades: La gran pregunta que Ricardo Monreal Ávila debió hacerse antes de lanzarla es ¿cómo generar la supuesta “unidad” en torno al “gobernador” David Monreal, si su estilo político, desde hace años, es la exclusión y la división internas?

Necesitan, sí, vender la imagen de un “mandatario” flanqueado por actores políticos zacatecanos en la entidad y en la capital del país. ¿De qué servirá? Al menos para confirmar que su presidente no es el “amigo” del que tanto hablaron en la campaña.

Por fin aceptarán públicamente, sin decirlo, que la relación con Andrés Manuel López Obrador está rota. Y que, en el ánimo del presidente persiste la traición de Ricardo a Morena en la pasada elección. Deberían de darse por bien servidos con haberles otorgado el gobierno local.

Hay tan poca pericia política en este gobierno y en la asesoría del Senado de la República, que quieren invertir los términos de la relación con el tabasqueño el mismo día que el coordinador de senadores de Morena manifiesta que hay excesos en las decisiones de Palacio Nacional. ¿A qué juega?

Y el principal problema del por qué otros gobiernos (que acusan con índice flamígero) no pudieron realizar la federalización de la nómina educativa, es porque Ricardo Monreal le otorgó 90 días de aguinaldo a diez mil profesores que, lo mismo que en tiempos de David, le paralizaban las calles en cuestión de horas.

Debería hacer mejor memoria la diputada Gabriela Pinedo Morales, ahora convertida en una replicadora del histrionismo de Ernesto González. Ella fue la que traicionó a los trabajadores de gobierno, magisterio, jubilados y pensionados, en el intento de albazo al ISSSTEZAC.

Twitter: @GabrielConV

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