Ninguna imagen retrata mejor a la nueva gobernanza, como un centenar de profesores en una nutrida fila para recoger su celular a la salida de una reunión con David Monreal Ávila. Muchos de ellos identificados con el proyecto monrealista en la pasada elección, la confianza que les confiere su “gobernador” se ve bien reflejada en esa acción.

Es curioso, no quería que los profesores grabaran una perorata que de novedad no tenía nada. Voltear al pasado; justificar, con descalificaciones, las dos quincenas que no han recibido; asegurar que él trabaja por el patrimonio de los zacatecanos y el dinero de sus bolsillos; pedir comprensión y solidaridad. Lo mismo de todos los días.

Sin embargo, la realidad le cobró factura pronto. Este jueves la Secretaría de Finanzas radicó el adelanto de participaciones que consiguió David en la Ciudad de México, aunque no llegó a todos por igual. Y eran los mismos 200 millones que ya le habían ofrecido al “tembloroso” Ricardo Olivares Sánchez hace una semana, pero que el fresnillense negó porque creía en verdad que obtendría más apoyos del gobierno federal.

Su peregrinaje más bien terminó de convencerlo de lo alejado que se encuentra del ánimo de Andrés Manuel López Obrador. Hoy, pensar en una reunión particular en los salones de Palacio Nacional, es autoengaño. Huérfano porque ni siquiera Ricardo Monreal lo acompaña en sus gestiones. Ahora el senador prefiere poner distancia del abrupto inicio de sexenio en Zacatecas.

Y la crisis ni siquiera ha comenzado a desenvolverse. Este jueves el magisterio disidente empujó una reunión con los coordinadores de las bancadas del PRI, Morena y PT, con la finalidad de que incluyan en la sesión del próximo martes, un exhorto más al ejecutivo estatal. Piden que deje de retrasar el nombramiento en la dirección del ISSSTEZAC.

Aunque el bloque oficialista se niegue a presentar tal invitación a su “gobernador”, en el Va Por Zacatecas ya comenzaron la redacción del documento. A este acuerdo se sumará una segunda llamada de atención para que el secretario de Finanzas acuda a comparecer al pleno de la LXIV Legislatura, puesto que abundan los vacíos de información oficial.

Esos son apenas el entremés. El plato fuerte llegará con la siguiente solicitud a las y los diputados para que materialicen, a la brevedad, el trabajo en comisiones. La urgencia es que la Comisión de Parlamento Abierto funcione como su nombre lo dice, e inaugure distintas mesas de trabajo en la que participen los sindicatos.

Dos temas son prioritarios: las reformas pendientes a la Ley del ISSSTEZAC y, aún de mayor trascendencia, el ambicioso (o fantasioso) proyecto de David Monreal para que López Obrador le ayude a federalizar la nómina magisterial con recursos por encima de los 2 mil millones de pesos, y que pone en predicamento las prestaciones obtenidas por el magisterio.

La movilización sindical mantiene vivos sus esfuerzos. A ella se anexará una inquieta comunidad universitaria, que apenas inicia la pugna por los recursos extraordinarios. Y pese a ello, en la nueva gobernanza aún no hay secretario(a) General de Gobierno, ni secretario de Economía, piezas clave para el diálogo y para el pago de salarios y pensiones en el ISSSTEZAC.

Quienes ya lo entendieron son los sindicatos, que no van a perder la capacidad de organización y de reacción que han mostrado. Falta la protesta de la burocracia estatal. Se encuentran en la antesala para el despido masivo de funcionarios que tanto necesita David, ya que no termina de pagar los compromisos de campaña.

Todo era una agradable fiesta para el electo hasta hace quince días. Un festejo bastante sui géneris que simbólicamente alcanzó a rescatar quien menos se imaginaron: la doctora Cristina Rodríguez de Tello. Si no fuera por la expresidenta honorífica del SEDIF, Sara Hernández de Monreal no hubiera podido acceder a los pasillos del Palacio de Gobierno pues, por alguna razón, no la dejaban ingresar.

David, en cambio, llegó tomado del brazo de la delegada de Bienestar, Verónica del Carmen Díaz Robles. Ella es la ganadora de la lucha por los acomodos en el gabinete, esa que detonó un enfrentamiento subterráneo en su burbuja contra la comisionada del INAI, Norma Julieta del Río Venegas, hoy apenas sostenida en Finanzas y la Función Pública (a medias).

Muy acorde a esta pugna silenciosa un detalle que no pasó por alto en la toma de protesta de David, cuando omitió incluir en su lista de saludos a Julieta. Por eso la comisionada cobró varios favores personales para cuidar su Semana Nacional de la Transparencia, y así dar la sensación de que aún pesa en el gabinete de la nueva gobernanza, de donde ha sido desplazada paulatinamente.


#Casualidades: Enloquecido. Así lo retratan ciertos compañeros de su propia bancada, ya no digamos la pluralidad de la LXIV Legislatura. Al interior de Morena muchos le dan por su lado, porque saben que enredarse con él es un desgaste tortuoso y bastante aburrido.

Sin embargo, a sus espaldas, algunas diputadas buscan remediar a un irremediable. Por eso han buscado a sus pares en otros partidos para escuchar opciones del qué hacer con una bomba siempre inestable llamada Ernesto González Romo.

Para ser sinceros, ni él sabría qué hacer consigo mismo. Creyó que los compromisos de Ricardo Monreal con Soledad Luévano Cantú eran los suficientes para entregarle la coordinación de la bancada guinda, que hoy busca quitarle a Imelda Mauricio Esparza por cualquier medio y en cada sesión.

Es tal la urgencia de llamar la atención de David, que replica a otros serviles en eso de inventar relatos ficticios que sacien las primitivas ansias de venganza de quien se dice “gobernador”. Cualquier cosa con tal de que lo miren, aunque sea un poco en serio. Y de ahí sus publicaciones y cortinas de humo teatrales.

Empero, aún y cuando David quiso cabildear a Ernesto como coordinador del Verde Ecologista (en una suerte de premio de consolación), Carlos Puente Salas empujó la estrepitosa caída de González Romo a la realidad y, con sensatez, prefirió cederle ese lugar a Gabriela Pinedo Morales.

Quienes vieron a Ernesto en su toma de protesta, no olvidan el semblante al concluir la sesión. Ni siquiera se enteró que ya era diputado porque pensaba más en el 40% que debía entregar de su dieta a la causa davidista (así le llaman). No digería que tendría que obedecer a Verónica Díaz Robles, y que nadie tomó en serio (quién podría) sus anhelos de fantasía política. Pero… así es Ernesto.

Twitter: @GabrielConV

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