Y de nueva cuenta: no hay dinero. No bastaron las escasas palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador en la mañanera del miércoles. No bastó la reunión de “dos horas” en la que el gabinete ampliado federal despachó a David Monreal. El mismo que, un día después, dio audiencia a la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda.
La cercanía de Palacio Nacional con Héctor Astudillo Flores modificó el lenguaje presidencial: en Guerrero hubo una gestión honesta de las nóminas. No hubo desvío de recursos, dejaron dinero para cubrir los salarios de los maestros. Todo lo contrario a Zacatecas. Sin embargo, ¿de qué le sirvió a Monreal Ávila culpar a las “herencias malditas”?
No hay recursos para pagar la siguiente quincena, le dijo ayer a los profesores que apoyaron su proyecto electoral, en el auditorio del COZCyT. Esta vez su perorata fue transmitida en vivo. No le quitaron los celulares al centenar ahí reunido, porque aunque no “estuvieran en lo que estaban” recibían, de nueva cuenta, un mensaje desalentador.
La cadena de publicaciones que alabaron las “gestiones” de David el miércoles, hoy silenciaron su respaldo para volver a la crisis de recursos que afecta, de forma generalizada, a la base laboral con la que pretende “gobernar” quien dice que “gobierna”. Aquello del “pecado social” de no pagar salarios, ya es una constante en Zacatecas.
El “mandatario” fresnillense ni siquiera ganó tiempo. O al menos no supo administrarlo. Lo que fue un magro triunfo, con un discurso revuelto sin compromiso presidencial alguno, al día siguiente lo convirtió en lamentos y promesas. No sabe manejar expectativas, no entiende de la prioridad de mantener congruencia en el mensaje.
Él mismo desencantó sus “gestiones” desde que explicó que su solicitud de reunión con el presidente tuvo que ser reiterada, pues nadie le abría las puertas. Y luego regresa a Zacatecas a alertar a los suyos con eso de que “no hay dinero”. Se entiende entonces que en aquella reunión de dos horas en Palacio Nacional, sólo hubo miradas atentas y buenos deseos.
Ahora, quienes deben de salir al rescate del juguete en que se ha convertido su “gobierno”, son las empresas mineras. Ya existe un impuesto de remediación ambiental. Haría bien en explicar qué destino tuvieron esos recursos en su administración, además del consabido asunto de: “no dejaron nada, se llevaron todo”.
¿O por qué las mineras deberían de acudir a su llamado, cuando ya cumplieron con el pago de las tasas impositivas para este 2021? ¿Y quién va a hablar con las empresas en términos de financiamiento: Ricardo “El Tembloroso” Olivares, Gabriela “Maestra de ceremonias” Pinedo, Rodrigo “Coautor de libros” Castañeda? ¿Verónica Díaz Robles, acaso?
Esta misma semana el electo iniciaba una guerra interna en contra de los gremios sindicales, con quienes ha roto consensos. Todo se traslada al mismo terreno: indagar la presunta corrupción, aunque no existan responsables ni denuncias penales. A David se le olvida que fueron ellos quienes le dieron respaldo y legitimidad durante su campaña.
¿Qué despropósito calificarlos hoy de corruptos, si Oscar Castruita Hernández era su candidato en el distrito de Ojocaliente? Y también recibió abierto apoyo de Alejandro Rivera Nieto en el colectivo TD21. Es el mejor ejemplo de dos balas en el pie, por si a David no le sobraran hoyos en ambos zapatos, y en apenas un mes de gobierno.
El que se dice “gobernador” no tendrá otra oportunidad como la de este miércoles. Y sus “gestiones” muy probablemente no pasen del constante adelanto de participaciones. Empero, aún y cuando logre un flujo abierto de dinero para cumplir los compromisos, queda claro que el triunfo se deberá únicamente a López Obrador, y no al apellido Monreal.
Su proyecto de renovación de carreteras fue un fracaso que se sostiene con alfileres en los municipios. Soledad Luévano Cantú y Geovanna Bañuelos de la Torre fueron enfáticas en la comparecencia del secretario de Comunicaciones y Transporte. Y el mismo David lo aseguró hace unos días: no será sencillo. Pero insisten en repetir que sus “gestiones” fueron “exitosas”.
#Casualidades: Ahora resulta que los ejercicios parlamentarios se hacen al vapor, por propuesta de la “nueva gobernanza”. Este jueves, la diputada Maribel Galván Jiménez modificar la orden del día de la sesión para incluir un punto de acuerdo.
El trasfondo es el choque de bloques legislativos, sin consensos, para distribuir las comisiones. La de Presupuesto y Cuenta Pública, así como la de Vigilancia, resultan esenciales no para David Monreal, sino para la delegada Verónica Díaz.
Ella mueve a control remoto la bancada guinda, en ausencia permanente de un supuesto “gobernador”. No me refiero a que Zacatecas carezca de gobernador, aunque en los hechos, como si no existiera.
En un solo movimiento los del Va Por Zacatecas descalificaron a la ex diputada Gabriela Pinedo como interlocutora legítima, pues ella misma dejó saber que recibía órdenes de “más arriba”. No en el punto medio donde despacha David, sino en la delegación de Bienestar.
Ahora, con la presión efectiva de la diputada Karla Valdez Espinoza, la panista evidenció al encargado de la Dirección de Apoyo Parlamentario, José Guadalupe Rojas Chávez, pues minutos antes había confirmado que no existía dictamen alguno de la diputada Galván Jiménez.
La hija putativa de Saúl Monreal Ávila no tuvo otra opción que retirar el acuerdo que, de haberse votado, podría controvertirse más adelante. Y empezaron a caer los votos en favor de la propuesta de mantener el orden del día en sus términos originales. Ya habrá otra oportunidad.
Twitter @GabrielConV