Cada uno su pandemia.

Entre medidas y mensajes contradictorios, en México no hay una autoridad central que determine el rumbo a tomar en una emergencia sanitaria como la del COVID-19.

Curiosas coincidencias.

Una empresa constituida en junio del 2016 con un domicilio fiscal semejante al de otra empresa, aunque con ligeras y extrañas diferencias.

“Industrias A y G” entre discrepancias fiscales y administrativas.

Con un domicilio fiscal iregular y en medio de un conflicto de interés, la Coordinación Nacional de Ganadería otorgó un convenio por 50 millones de pesos a “Industrias A y G”.

¿Están a la altura?

Una vez rota la cadena de mando desde el Gobierno de México, la responsabilidad de la crisis sobre el coronavirus recaerá en el Gobierno del Estado y los 58 municipios.

El sesgo electorero.

El pleno del INAI ratificó la inclinación electorera y la falta de legitimidad que vive David Monreal Ávila al frente del Crédito Ganadero a la Palabra.