Se le agota el discurso.

A pasos agigantados se agota el único recurso de gobierno de David: el discurso. El apellido Monreal tendrá toda la presión del centro en su futuro político.

Fallido “gestor”.

En mayo del 2019, las redes de apoyo calificaban de “exitosas” las supuestas gestiones de recursos que David Monreal realizaba ante la SEP. Gestiones que nunca se tradujeron en solventar “el problema de fondo”.

En malas manos.

En la nueva gobernanza, el “tembloroso” secretario de Finanzas no da respuestas del dinero faltante para el magisterio, y en cambio ofrece un discurso en el que resulta cómplice.

Encapsulado y evadido.

No sólo lo encapsularon. A David Monreal lo protegen de la realidad que debe de enfrentar. Es el estilo, y por más que Ricardo Monreal intente modificarlo, su hermano no maduró como él lo aseguraba.

“Que coman pasteles”.

Un magisterio en crisis, funcionarios de Finanzas atendiendo invitaciones, y David en una fiesta que bien rememora la frase de María Antonieta de Austria: “si el pueblo no tiene pan, que coman pasteles”.