Montados en la arenga del sospechosismo y del fraude, y sin presentar elementos puntuales que justificaran ambos calificativos, la bancada de Morena aceptó no tener votos para detener la reforma electoral.
Montados en la arenga del sospechosismo y del fraude, y sin presentar elementos puntuales que justificaran ambos calificativos, la bancada de Morena aceptó no tener votos para detener la reforma electoral.