Bien se dice que en política no hay sorpresas, sólo algunos cuantos (o muchos) sorprendidos. Las “modificaciones” en el gabinete de la “nula” gobernanza no rebasaron la línea de los reacomodos entre perfiles que ya desempeñaban las mismas tareas desde otros espacios. El más obvio de estos, sin duda, es el de Carlos Alberto Zúñiga …