La concentración absoluta del poder. Eso es lo que representan los primeros cuatro planes de apoyo que ha desplegado Andrés Manuel López Obrador en los estados de Michoacán, Guerrero, Colima y Zacatecas (por orden de aparición). Si los gobernadores en el pacto federal significaban contrapesos, hoy su lugar no es otro más que el de la sumisión.

Y el proyecto electoral que de ahí se desprende se llama Claudia Sheinbaum Pardo, le guste a quien le guste, le pese a quien le pese. En especial a Ricardo Monreal Ávila, completamente alejado del ámbito presidencial. El coordinador de senadores hace tiempo que no visita Zacatecas, aunque los medios nacionales recarguen en él los constantes fracasos de su hermano David.

Prefiere armar agenda en entidades gobernadas por Movimiento Ciudadano. Este viernes la Universidad de Monterrey (UDEM) le organiza el “Diálogo con el senador Ricardo Monreal”, en concordancia con su presunta “defensa” de la autonomía de la educación superior. Y luego volará a Guadalajara, para presentarse en la Feria Internacional del Libro, el sábado.

De la crisis mediática que detonó en Fresnillo el pasado martes, cuando encontraron -por enésima vez- ocho cuerpos colgando en distintas zonas del municipio del que es originario, no ha mencionado una sola palabra. Cree firmemente que a estas alturas puede lavarse las manos de lo que ocurra en Zacatecas, y no termina de entender el espectro de las percepciones nacionales.

Asiste al programa de LatinUs que auspicia Víctor Trujillo, en su personaje del payaso Brozo, y pretende imprimir la idea de un inexistente “proceso interno” en Morena al que llama “internas”, pero olvida que ese mismo partido no pudo concluir sus asambleas electivas porque fluctuaron hacia la confrontación de distintos grupos en niveles de violencia escalada.

Detrás de su desesperación está también el hombre de Palacio Nacional, y mueve los hilos a la perfección. Ricardo Monreal mordió el anzuelo de la sucesión adelantada, tan es así que en poco tiempo alcanzará el lugar del primer aspirante en desgaste por haber bailado al son que le tocó el tabasqueño, tal como sucedió en 2017 cuando intentó “romper” con Morena.

De muy poco (casi nada) le han servido las lecciones políticas que lo obligó a transitar López Obrador en los últimos años. Está completamente convencido de que una elección presidencial se vive al mismo ritmo que una elección local (y de las dimensiones de Zacatecas). Nada habla mejor de su visión aldeana que su invento “Los Amigos de Monreal” o los “RMA24”.

Llena de euforia y furor el pleno del Senado cuando recibe a Saúl “El Canelo” Álvarez, y logra que los legisladores se arremolinen para obtener una fotografía a como dé lugar. En lo que ellos juegan a la pasarela, Andrés Manuel amarra con nudo corredizo (con el objetivo de apretar o aflojar) a los estados que están bajo el poder de la marca guinda.

Ricardo no sale de su zona de confort: los medios y las entrevistas a modo -en las que tampoco le va bien-, que no le sirven siquiera para modificar las preferencias de voto en los sondeos tempranos rumbo a la elección del 2024. Cuando Gerardo Fernández Noroña te rebasa en positivos dentro de estas mediciones, es tiempo de repensar toda tu carrera política.

El Senado de la República ya no le sirve como fuente de poder. Se nota la depreciación política del que un día reinó en la Cámara Alta, que tiene que llevar a un campeón mundial de boxeo para darle al respetable algo de qué hablar. De nueva cuenta, los ajustes de López Obrador con el traspaso de Olga Sánchez Cordero y Adán Augusto López Hernández poco a poco surten el efecto deseado.

Sus seguidores y familiares deben ser muy honestos: Ricardo Monreal no tiene en su bolsillo miles de millones depositados en un presupuesto federal y 15 estados gobernados por una marca guinda que ni siquiera es suya (porque la propia vive el peor de sus declives gracias a David). Ese es el verdadero trasfondo de los “planes de apoyo” que inventó el de Palacio Nacional.

Para los Monreal sólo hay negativos tras negativos. Incluso las encuestadoras que le daban el triunfo a David ahora lo ponen en el sótano de la aprobación entre 32 gobernadores. En cambio, para López Obrador y su gran vehículo llamado Morena-Bienestar, los niveles de aceptación hace meses que no caen a menos del 50%.

Que Andrés Manuel “no va a dejar solo” a David, no es una buena noticia que deban aplaudir en el clan fresnillense. El que dice que “gobierna” Zacatecas depende soberana y presupuestalmente del político que ha dado la indudable indicación de apoyar en la sucesión a la gobernadora de la Ciudad de México. Ese escenario es justo el contrario al que festejan los adeptos de David.

Fue en WhatsApp donde conminaron a sus fieles a recalcar que David no está sólo” (lo cual da por hecho que sí lo estaba). Empero, no disciernen que López Obrador no vino a darles un espaldarazo, sino a pedir la firma de David para aceptar voluntariamente la sumisión absoluta. Y el presupuesto de egresos no deja lugar a dudas de cuánto dependen de la palabra del señor… de Tabasco.


#Casualidades: Dice que quiere hacer “las paces” con sus compañeros del pleno y no busca enrarecer el clima interno, pero tan pronto tiene oportunidad utiliza su investidura de diputado para revivir una rencilla personal contra José Luis de Ávila Alfaro, jurídico del Poder Legislativo.

De paso mete a José Guadalupe Rojas Chávez en un tema que quiere hacer pasar como el cobro inmoral (porque de ilegal poco tiene) de “mega bonos” por parte de los directivos de la Legislatura. Y hace como que le manda una señal a David Monreal de que lucha por la “austeridad”.

De las lujosas camionetas en las que se traslada su “gobernador”, prefiere callar. Aunque, a estas alturas ya todos conocen a Ernesto González Romo, que durante sus días de asesor de la exdiputada María Soledad Luévano Cantú encontró el freno de José Luis de Ávila en sus disparates.

Ernesto no quiere saber nada del jurídico, ni del titular de Apoyo Parlamentario. De ahí también se entiende la “grilla” en la que colaboró la diputada Violeta Cerrillo Ortiz en la discusión del punto de acuerdo para el agandalle de las comisiones legislativas.

En ese debate, Violeta les pidió a los del Bloque Plural no escucharan la asesoría sesgada que recibían desde la oficina de José Luis de Ávila, porque encontraba diversos vicios en sus argumentos y no permitía avanzar en la integración de dichas comisiones.

Así prostituyen el discurso de la corrupción con fines completamente mezquinos: servir a David en la recaptación de recursos a su oficina y a su “gobierno”. Aunque, insisto, cómo dotar de más presupuesto a un gabinete que se dedicó a blanquear dinero legislativo. ¡Tantitita congruencia!

Twitter: @GabrielConV

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