La Mesa Estatal de Construcción de Paz en Zacatecas no sólo contaba con datos fidedignos del alto nivel de cooptación, infiltración y corrupción que persiste en la Policía Municipal Preventiva de Pinos. También tenían conocimiento de la posible reacción de las células criminales en cuanto incursionaran en esa región, aunque no en la dimensión de violencia exacerbada que vivieron.

Así lo confirmó el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Arturo Nahle García, en entrevista con Agenda Política durante este fin de semana. Es cierto que el general José Silvestre Urzúa Padilla encabezaba la operación contra policías municipales coludidos con grupos de secuestradores que rendían cuentas al cártel Jalisco Nueva Generación, desde hace un año.

Un problema que se desbordó, y que ha rebasado a las propias instituciones, desde su punto de vista. No por ello, uno al que deba de claudicar cualquier nivel de gobierno, pues el asesinato de Urzúa Padilla marca un antes y un después en las labores del Grupo de Operaciones Estratégicas, en donde confluyen organismos de inteligencia, fuerzas armadas y policías civiles.

En ese concilio fue donde se diseñó el plan para desarticular a la policía de Omar Téllez Aguayo que, hasta el momento, la muerte de un coordinador de la Guardia Nacional en cumplimiento de cuatro órdenes de aprensión (de las cuales sólo se lograron tres), así como tres órdenes de cateo en distintos domicilios de su demarcación, no le han merecido un solo pronunciamiento público.

Empero, lo que dibuja Nahle es un tema con diversas ramificaciones, unas más complejas que otras conforme se extiende el árbol del crimen organizado. Las bandas delictivas no han perdido influencia dentro de las corporaciones de seguridad, como condición obligatoria en cuanto alcanzan la propiedad de una “plaza”, que en este caso fue la de Pinos.

Por el contrario, al menos 24 municipios del estado hoy no cuentan con corporaciones preventivas, con lo que permanecen a merced de la capacidad de fuego, libre albedrío y la disciplina marcial de los cárteles del narcotráfico, dominantes en buena parte de las comunidades de Zacatecas como denunciaron ayer habitantes de El Durazno, en Jerez.

Actualmente se desconoce cuántos operativos, y en qué otros municipios, el general Urzúa habría facilitado la desarticulación de los vínculos con los cárteles del narcotráfico, de tal manera que resulta difícil explicar por qué lo sucedido en Pinos, además de producir notoriedad pública, concluyó en un operativo que algunas fuentes de seguridad no dudan en calificar como una “emboscada”.

Sin embargo, el parte que ofreció el titular del Centro Nacional de Información en Zacatecas, Pascual Ortiz Mejía, fechó a las 17 horas del 24 de noviembre, con la confirmación de que, en la movilización, las agresiones armadas de una célula criminal habían cobrado la vida de José Silvestre Urzúa, y no fue sino hasta las 21 horas cuando David Monreal Ávila aparece en redes sociales.

En el mismo memorándum, Pascual Ortiz convocó a una reunión extraordinaria con algunos miembros de la Mesa de Construcción de Paz, que luego arrojaron el mensaje de David cuatro horas después del primer reporte del deceso del coordinador de la Guardia Nacional, a través de un discurso que ni siquiera priorizó la labor de Urzúa Padilla como detonante de los hechos.

Para entonces ya se tenían datos positivos acerca de dos elementos lesionados de la Policía de Investigación adscritos a la Coordinación Nacional Antisecuestros, ambos de la Fiscalía de José Francisco Murillo Ruiseco. Lo mismo que otros dos elementos de la Guardia Nacional que sufrieron lesiones por arma de fuego.

Y tal si se tratara de un deceso por causas de salud, David inicia su mensaje enviando condolencias al general secretario Luis Crescencio Sandoval González. Se olvidó de la naturaleza político-administrativa de lo que comunicaba, y prefirió diluir la gravedad de la amenaza al pasarle la bolita a Francisco Murillo, experto en descafeinar en tecnicismos una proclama de Estado.

Hacia esas horas, en la Mesa de Construcción de Paz se palpaba un ambiente denso debido a que los datos preliminares del operativo abrían una fisura en el nivel de fiabilidad interna, pues existían sospechas de posibles filtraciones, y la precisión quirúrgica con la que ultimaron a Urzúa reforzaba ciertas dudas. De ahí que las palabras de David buscaran comunicar apenas lo necesario.  

El saldo es un episodio que pone al descubierto los puntos más débiles de una estrategia de seguridad anclada en el mantra de la “coordinación institucional” (que en los hechos se sostiene con alfileres en los márgenes de la desconfianza), lo mismo que la pobre reacción en el uso legítimo de la fuerza pública al momento de contener a una célula criminal.

El golpe a la Mesa de Construcción de Paz no es menor, aunque intente minimizársele e invisibilizársele desde la nueva gobernanza. Los criminales han atentado contra el centro neurálgico desde el cual se pone en marcha el “Plan Zacatecas II” y la estrategia nacional de pacificación, sin que la respuesta, ni la forma en cómo se comunica esta, fluyan en la misma magnitud.

Es el laberinto de David, el “tema de temas”, que tiene a su gobierno de rodillas y sometido, a todas luces, mientras desfila en la Ciudad de México con la “ayuda” de Verónica del Carmen Díaz Robles y otros perfiles de sobra cuestionables, responsables de que el fresnillense entrara tarde a la zona de gobernadores de Morena, durante el discurso de Andrés Manuel López Obrador en el zócalo capitalino, con lo que obstaculizaron un acercamiento con el tabasqueño para demostrar que no todo el monrealismo imita a Ricardo. Todo mal.


#Casualidades:  Anticipado a los tiempos políticos que prefiguran el escenario electoral del 2024, el diputado Miguel Torres Rosales ataja temprano la posibilidad de que el PRD abra las puertas a Ricardo Monreal Ávila como uno de sus aspirantes a la candidatura presidencial.

Recuerda que, cuando fue alcalde de Villanueva por primera ocasión, tuvo oportunidad de compartir responsabilidades con Ricardo como gobernador de Zacatecas. Un hombre al que Miguel no dudó en calificarlo como político de Estado y de agudeza mental probada.

Así lo dijo a este espacio, minutos después de su informe de labores, con el que demostró que es un personaje que provoca la unidad de la coalición opositora donde cuenta al PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, así como a los dirigentes nacionales de su partido.

Aunque, cauteloso como también suele serlo, el diputado federal advirtió que dependerá de los presidentes del Va Por México, junto con Dante Delgado Ranauro, el análisis de las condiciones con las que participará esa coalición en los próximos procesos electorales.

Así, a criterio de Torres Rosales, los acuerdos nacionales se deberán medir por prioridades, entre las cuales se encuentra su candidatura al Senado de la República, como ya lo han afirmado Jesús Ortega Martínez, Jesús Zambrano Grijalva, y Luis Ángel Espinosa Cházaro.

Una tarea para la que dice preparase desde estos momentos en espera de que se defina la forma en cómo se elegirán candidatos. El trabajo en San Lázaro y en distintos municipios le sirven de plataforma política con la que también busca robustecer la marca del Sol Azteca.

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