Para asistir al cuarto informe de labores de María Soledad Luévano Cantú, en los interiores del Teatro Calderón, recibieron invitación las y los secretarios de Turismo, Campo, Finanzas, Función Pública, así como del Agua y Medio Ambiente. De esa breve lista, únicamente llegaron Ricardo Olivares Sánchez y Humbelina Elizabeth López Loera.

En calidad de representante de la nueva gobernanza y, por extensión, de David Monreal Ávila, estuvo presente Gabriela Evangelina Pinedo Morales que luego se desistiría de participar en la convocatoria al mensaje del senador Ricardo Monreal Ávila como aspirante presidencial de Morena, en la Plazuela Miguel Auza, el siguiente sábado.

En ese mitin solamente se vieron “activos” Jesús Padilla Estrada, Carlos Alberto Zúñiga Rivera, Rodrigo Castañeda Miranda y Humbelina López. Sin embargo, la cita que no se perdió el grueso del gabinete fue la que estaría acompañada de una taquiza (con guisos de mole, chicharrón y discada), y viandas de chicharrón y quesos como entradas, en el salón Alicia Garden de Mariano Escobedo.

Ahí, los de la “nómina secreta” incluso fueron puntuales. Todos, desde la General de Gobierno, Salud, Economía, Educación, Turismo, Función Pública, SEDUVOT, SEDESOL, SEZAMI, SEDIF, junto con las y los titulares de COEPLA, IZC, INCUFIDEZ, la Coordinación General Jurídica y el COZCyT. Así, el escenario se aprestaba para lanzar una dura reprimenda preparada con anterioridad.

Ricardo calificó a la nueva gobernanza como una donde existe “poco gabinete” para “mucho gobernador”. Se refería precisamente a la inconsistencia y la falta de compromiso político que la mayoría mostró durante los dos eventos del fin de semana, mientras aprovechaban el convite como día de descanso y socialización burocrática.

No es la primera vez que ese gabinete escucha tal regaño, de manera abierta, para que lo entendieran no sólo los aludidos, sino el grueso de asistentes. Ya en la Ciudad de México, previo a una capacitación en la gestión mediática del gobierno, Ricardo había mencionado en un discurso semejante la mínima obligación hacia sus responsabilidades públicas. No obstante, los cambios que prometió David simplemente no llegan.

De esos señalamientos no escaparon Roxana del Refugio Muñoz González, Analí Infante Morales y Nieves Medellín Medellín, a quienes Ricardo sentenció (sin dar nombres, sólo marcando ausencias) tendrían que asumir el precio de su definición por un equipo político ajeno a los monrealistas, aunque metidos todos en el mismo costal de la nueva gobernanza.

En el mitin dentro de la Miguel Auza, por ejemplo, se conocieron algunos escarceos como el de Roxana al cerrar el templete para Eldaa Catalina Monreal Pérez, o los de Mariano Alberto Casas Valadez para movilizar a menos de una treintena de militantes de Morena Zacatecas, que luego quiso llevar al frente de la caminata que encabezaba Ricardo Monreal.

Sin embargo, el “fuego amigo” no sólo surgió entre los guindas, pues Jorge Miranda Castro recibiría lo que corresponde a todo el Verde Ecologista de Zacatecas, según el sentir del coordinador de senadores de su partido. El intercambio no concluiría en un llamado de atención a un alcalde más ecologista que moreno, y desde Twitter notificaron de recibido aquel mensaje.

Lo llamativo, más allá de la solidaridad con sus colegas del PVEM, fue el mensajero, ya que la respuesta se magnificó a través del gobernador Ricardo Gallardo Cardona, que retomaba algunos mensajes de Carlos Puente Salas solicitando congruencia con el llamado de unidad y reconciliación, no sin presumir la “labor” de Susana Rodríguez Márquez y una encuesta de Jorge Miranda.

Las especulaciones sobre el pacto de la capital zacatecana para siglarla a los ecologistas en la próxima elección, comenzaron a correr en sentido contrario después de la arenga en redes sociales. Empero, con menor empacho, y muchos más problemas que los Verdes, apareció muy quitado de la pena al mitin del sábado y la posterior comilona, ni más ni menos que José Humberto Salazar Contreras.

Su sola presencia tocaba fibras sensibles entre los asistentes, que no disimularon su sorpresa e incomodidad. Jerez se encuentra al borde de una crisis como nunca, y al edil se le ve realmente despreocupado, presto a centrar su agenda en actos proselitistas, al tiempo que acusa a la población de su municipio de dejarse manipular por “grillas” de algunos actores políticos.

Fue tal la suerte que le jugó al presunto “edil”, que las imágenes del doctor Salazar en el mitin de Ricardo Monreal no impactaron en medios nacionales, ya que la información se centraba en un video donde se le captaba en plena farra interpretando narcocorridos. No duraría mucho tiempo esa “buena estrella”, antes de que nuevos “narcobloqueos” paralizaran de nueva cuenta al estado.

La virulencia en la fórmula de estos sucesos comienza a comportarse como un denominador común si tomamos en cuenta que la última visita oficial de Ricardo por Zacatecas, en el mes de octubre, coincide con el fin de semana en que se fraguó un intento de fuga del penal de Cieneguillas, que concluyó con las mismas imágenes que vimos este domingo.

Y como en política no hay coincidencias, el equipo del senador está obligado a sopesar todas las variables y las constantes para entender por qué este tipo de “sucesos fortuitos” detonan de manera intempestiva, sin muchas explicaciones, cuando se programan algunos eventos políticos en un estado que desafía incluso cualquier cambio de titulares en las tareas de seguridad pública.


#Casualidades: La licenciatura de terapia física nace en la UTZAC como un programa de seguimiento a la carrera técnica del mismo nombre, en 2019. Esa fue la propuesta de la rectoría para que los alumnos que ya cursaban las materias técnicas alcanzaran otro nivel de especialización.

Sin embargo, la universidad no procuró el proceso de regularización de dicha licenciatura, sino hasta dos años después, en 2021. Como resultado, las primeras generaciones que integraron ese programa, hoy no cuentan con acreditación y reconocimiento oficial de sus estudios.

Es un problema que, aunque el rector Gonzalo Franco Garduño hoy le cargue a las “administraciones anteriores”, él en calidad de líder sindical fue omiso durante el mismo periodo que intenta revivir para justificar las irregularidades que saltan en distintos programas educativos de la UTZAC.

Entre tres y cuatro años es lo que han tenido que esperar los egresados para que la universidad responda por la acreditación de sus estudios, de los cuales sólo queda el registro de sus cartas pasantes como prueba de sus conocimientos.

El problema es que las clínicas públicas y privadas no están dispuestos a contratar personas sin comprobantes oficiales de sus estudios, por lo que sus oportunidades laborales se reducen solo a quienes cuentan con financiamiento propio para abrir sus negocios.

La tarde de este lunes, y después de que los egresados paralizaran los ingresos a la UTZAC, una comisión de estos aterrizaron cinco acuerdos con los que se comprometen, finalmente, a gestionar ante al Dirección General de Universidades Tecnológicas y Politécnicas, así como la Dirección General de Profesiones de la SEP, lo que dice Garduño que ha “gestionado” desde el primer minuto de su mandato. En el papel se ven bien, en los hechos, los años demuestran el pasmo oficial.

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