El mantra más antiguo que se le conoce a David Monreal Ávila, cuando intenta referirse a la economía zacatecana, es que “el campo es la solución, no el problema”. Así lo repetía una y otra vez como senador de la república, apostado en la tribuna de la Cámara Alta durante la sesión del 6 de noviembre del 2014, ocho años y nueve meses atrás.

Que “se reconstruiría el campo”, afirmaba en cada ocasión a sus votantes, seguro de que su propuesta de gobierno, fallida durante tres elecciones (y un “gobierno”), traería el desarrollo rural que tanto anhelaba y retrataba imaginariamente en sus discursos. Tiempo después, ya con un libro de su (presunta) autoría, David inventó aquello de los “ejes tractores”.

Fiel a su estilo campirano, el concepto pretendía rescatar símbolos culturales de las millones de hectáreas de temporal que existen en Zacatecas. Aunque la invención, más por un estilo de añoranza que de una política pública en concreto, concluyó en un mero uso lingüístico, sin posibilidades reales de que el campo se convirtiera en “solución”, y no en “problema”.

Viene a colación esta remembranza porque el estado que hoy gobierna quien repetía aquella frase, vive nuevamente de discursos, no de diagnósticos y políticas ejecutables. Y una de las secretarías que menos centralidad tiene en un “gobierno” (así le dicen) sustentado en “ejes tractores”, es precisamente la que encabeza Jesús Padilla Estrada.

Según la clasificación por objeto del gasto de la administración pública descentralizada del gobierno de Zacatecas, dentro del rubro de “Desarrollo Económico”, la nueva gobernanza presupuestó cero pesos y cero centavos al concepto “Apoyo Financiero a la Banca y Seguro Agropecuario” para este 2023, un año más en las décadas de sequía que vive el estado.

De acuerdo, también, con los números de la Secretaría de Finanzas en la Subsecretaría de Egresos (porque sabemos que la de Ingresos la ocupa un aviador), en el apartado de Programas y Proyectos Conforme a la Planeación Estatal, la Secretaría del Campo, por segunda ocasión en este sexenio, omitió diseñar programas o servicios relacionados con seguros catastróficos para productores.

De los 393 millones 881 mil 129 pesos que SECAMPO divide en una docena de programas específicos, no hay un solo centavo dirigido a las emergencias relacionadas con sequías extremas. Tampoco existe fondo, fideicomiso, mandato o contrato análogo presupuestado para este año, que ayude a mitigar cualquier emergencia por desastre natural en el campo “que es la solución”, según David.

Luego, de los 270 millones de pesos del presupuesto de esa secretaría que se dirigen al Capítulo 4000, de Transferencias, Asignaciones, Subsidios y Otras Ayudas, la nueva gobernanza borró del mapa cualquier política agropecuaria que mitigara los efectos conocidos de cada temporada de sequía que se presenta de manera concurrente en Zacatecas.

Lo único que existen son alrededor de 13 millones de pesos divididos en tres fondos: de Fomento Agropecuario, de Apoyo Especial a la Inversión del Frijol, y del Fondo Ganadero del Estado de Zacatecas que, según los informes financieros trimestrales compartidos a este espacio por el periodista Heraclio Castillo Velázquez, hacia el segundo trimestre del año apenas se habían utilizado cerca de 2 millones del total de esos tres.

Lo más llamativo es que, incluso dentro del rubro de Ayudas Sociales y Subsidios, de la Secretaría del Campo, únicamente se hayan presupuestado 20 millones de pesos del Crédito Ganadero a la Palabra (en su vertiente local), dentro del Programa de Fortalecimiento Integral para la Transformación de la Ganadería del Estado de Zacatecas en 2023.

El programa insignia con el que David Monreal se presentó como precandidato en tiempos electorales anticipados, con un presupuesto anual cercano a los 4 mil millones de pesos, de los cuales el ex coordinador de ganadería sólo pudo devengar cerca de 993 millones, en su “gobierno” (así le dicen), no representa ni siquiera el 10% del total de los recursos estatales dirigidos al campo.

¿De qué manera habría que entender entonces aquella prédica de que el “campo es la solución, no el problema”? Justo de la manera en la que la totalidad de su gabinete entiende su relación con los municipios: recursos estatales, sí y sólo sí, existe aportación de los ayuntamientos. Y en esa “planeación” peso a peso, los subejercicios hoy son una realidad latente.

Sólo a la nueva gobernanza podría ocurrírsele que, con el objetivo de no gastar el recurso y luego reasignarlo, las y los secretarios de gabinete solicitaran a los municipios colaboración del 50-50 en todo tipo de rubros y apoyos: economía, obra pública, salud, apoyos agropecuarios, educación e infraestructura educativa, infraestructura social y deportiva, etcétera.

Es tanto como que la nueva gobernanza exija que cada tramo de carretera estatal que atraviesa cualquier municipio, el costo del kilómetro (por encima del millón de pesos) sea cubierto en partes iguales entre las finanzas pauperizadas de los municipios y las arcas estatales que David mantiene en un ventajoso, intencional y constante subejercicio (electorero).

Así que, en efecto, José María Llamas Caballero tiene razón al reconocer que el gobierno de su excolega en SADER, David Monreal, no contrató para este año (ni el año pasado), ningún seguro catastrófico por emergencia de sequía. Y el único programa “concurrente” para la entrega de avena forrajera sólo llegará a los 10 municipios que pudieron pagarle a “Chuy” Padilla su peso a peso. Porque “el campo es la solución, no el problema”, aunque siga en crisis.


#Casualidades: Este jueves, cerca de las 3 de la tarde, la senadora Citlalli Hernández Mora canceló su breve estancia por Zacatecas a realizarse el día de hoy. Oficialmente, la agenda del partido y el conflicto con Marcelo Ebrard Casaubón la obligaron a permanecer en la Ciudad de México.

Extraoficialmente, la invitación que recibió de parte de su par legislativa, Geovanna del Carmen Bañuelos de la Torre, para presentarse en el foro “Logros y Retos de la 4T” programada a las 11 de la mañana de este viernes en el hotel Fiesta Inn, reventaron los celos de la nueva gobernanza.

A David Monreal y los bienestaristas encaprichados no les gustó aquello de que Citlalli (como próxima dirigente nacional de Morena una vez que Mario Delgado Carrillo deje ese espacio para ir como candidato a la Ciudad de México), viniera a darle el espaldarazo a sus rivales.

La idea era dar el visto bueno a la fórmula al senado que estarían por encabezar Geovanna Bañuelos y Ulises Mejía Haro, ya que los designios del partido queden en manos de la corcholata favorita, y próxima coordinadora de los comités de defensa de la 4T, Claudia Sheinbaum Pardo.

Sin embargo, el primer aviso fue entregado, y el foro quedó pospuesto para una siguiente fecha. El Partido del Trabajo, Nueva Alianza Zacatecas, el extinto Encuentro Social y los simpatizantes de la corcholata cuasi ganadora ya comienzan a tejer alianzas en el estado, y en estas han quedado relegados los apellidos Monreal Ávila y Díaz Robles.

Así que, no importa cuánto presuman a Maribel Villalpando Haro como aspirante a diputada federal en la región de Los Cañones, durante la creación de los Comités de Programas del Bienestar, en Morena las cosas no tardan en cambiar y la obediencia será uno de los primeros precios a pagar… o bien, el ostracismo al “Movimiento Ciudadano”.

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