Como ya es una tradición en la nueva gobernanza, David Monreal Ávila asistió al pleno de la LXIV Legislatura no a rendir cuentas, sino como un testigo más del protocolo parlamentario. Ahora en ocasión del homenaje al Heroico Colegio Militar en su Bicentenario, con la inscripción en letras doradas en las paredes de la sede del Congreso.

Lo mismo ha participado en el informe anual del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Zacatecas, en calidad de simple acompañante de los otros poderes. Nunca se ha sometido al escrutinio público al que obliga la constitución local, en cuanto a escuchar y responder las posturas de las fracciones parlamentarias el día del informe de gobierno.

Asiste sólo en ambientes controlados, con un cerco de funcionarios y legisladores (casi en calidad de guaruras) que lo protejan de su realidad. Esa que lo ha llevado a recortar la expectativa electoral que guarda en los escenarios del 2024, donde pretende “mantener el control” de al menos 10 distritos electorales estatales. Ya no los 18 que ambicionaba.

Así lo dejó saber a su lista de “consentidos”, a quienes reunió hace algunas semanas en el restaurante Canto del Agua como posibles candidatos y candidatas que promoverá ante la Comisión Electoral del Comité Ejecutivo Nacional de Morena llegado el momento de medir a las y los aspirantes en las encuestas de su partido.

En aquella reunión, por cierto, se definieron el grueso de los distritos excepto los que corresponden a Guadalupe, en los que únicamente se seleccionó a Georgia Fernanda Miranda Herrera para participar en la zona urbana del municipio. De la presidencia municipal, David dejó entrever, sin sostenerlo todavía en firme, la posibilidad de llevar a Sergio Casas Valadez.

Como ya se explicó en una entrega anterior, la duda en Guadalupe permanece porque los números de las encuestas no le favorecen al todavía Secretario de Desarrollo Social. En esta prospectiva, cabría la posibilidad de que (si así lo pretendiera) a José Saldívar Alcalde se le conceda competir por la reelección, pues es quien presenta mejores números.

Empero, lo único cierto es que, una vez fugado Julio César Chávez Padilla, el titular de la nueva gobernanza se quedó sin heredero político y delfín electoral. Por eso volteó hacia Fresnillo, que hasta antes de marzo de este año no representaba una prioridad real para David Monreal ni para las y los locutores del SIZART. De tener la oportunidad, claro que hubieran pugnado por la candidatura al Senado de un presunto homicida.

La fortuna le ha dejado de sonreír al infructuoso coordinador de ganadería de los tiempos de la Cuarta Transformación, posterior a su anhelado triunfo electoral en 2021. A partir de entonces, David transita por una pista rápida… cuesta abajo. Tal velocidad le permite esa pendiente que comienza a repetir las escenas en las que, molesto, huye de los manifestantes que lo encaran.

Además, lleva meses sin poder concretar una reunión ejecutiva con su anterior superior jerárquico, Víctor Manuel Villalobos Arámbula, aún y cuando fue el secretario que le enviaron de Palacio Nacional para escuchar su perorata en el Centro de Convenciones, so pretexto de “informar” lo que a su parecer ha “logrado” la nueva gobernanza en Zacatecas.

Recordemos que la relación entre David y Villalobos comenzó a quebrarse una vez que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público congeló el presupuesto del 2020 al Crédito Ganadero a la Palabra, dependiente de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. Recibir luego al titular de SADER en su segundo informe más parecía una cachetada de la 4T con guante blanco.

Por supuesto que el encargado de Agricultura conocía de las rencillas mediáticas que mantuvieron José María Llamas Caballero (representante de Villalobos en Zacatecas) y Jesús Padilla Estrada, en cuanto a la negativa del “gobierno” local (así le dicen) para invertir una parte del presupuesto 2023 en la compra de seguros de cobertura por catástrofe en sequía extrema.

Aquella reyerta de dimes y diretes data de la segunda semana del mes de agosto, cuando se anticipaba un fenómeno climático desfavorable para los productores zacatecanos. Sin embargo, David prefirió “invertir” en ferias agropecuarias en las que el único beneficio para las y los productores eran los descuentos en materia prima e insumos laborales.

Y lo hizo porque estaba plenamente seguro de que su “amigo”, Andrés Manuel López Obrador, en cualquier momento le daría el beneficio económico que, al corte de su segundo año de gobierno, no ha obtenido ni siquiera en proyectos especiales de infraestructura. De la avena forrajera, como programa emergente, sólo lo participó con diez municipios en un esquema peso a peso.

Desde Palacio Nacional ya le advirtieron que al presupuesto de egresos de la federación para el año fiscal 2024, con un déficit mayor a los 500 millones de pesos para Zacatecas, no le cambiarán ni una coma. Mientras que en Morena le advierten que, de su lista de aspirantes favoritos que encabeza Verónica del Carmen Díaz Robles, sobrevivirán quienes encabecen las preferencias electorales.

Bien lo dijo el día de ayer mientras huía del recinto legislativo: el 2023 “es un año malo”, y no sólo para las perspectivas de inestabilidad política debido a las presiones financieras de la federación, también porque la exclusión del poder central impactará en el futuro inmediato en su “estrategia” (según él) electoral. Síntomas no de un “año malo”, sino de un sexenio funesto. ¡Avísenle!


#Casualidades: Y comenzó la guerra de… ¿bardas? Sí, en menos tiempo de lo que borraban una pared que promocionaba el quinto informe de gobierno de la senadora María Soledad Luévano Cantú, para publicitar a cierta funcionaria federal, los de la “Chole” respondieron.

Con la cómica imaginación que caracteriza al núcleo pensante de la senadora, en la pared que retrataba un enorme #EsVero (así, para que no se les acaben las ideas), luego se leyó un “No #EsVero, es Chole” como forma de lucha territorial.

No obstante, incluso el posicionamiento de Soledad a manera de episodio cómico, guarda el trasfondo de lo que en este espacio se ha anticipado. David Monreal no podrá medir a Verónica Díaz contra Norma Julieta del Río Venegas, como es su deseo.

Lejos de tener la mínima influencia en la Comisión Electoral de Morena, donde se perfilan las encuestas, será el partido, y no su dirigencia estatal (que a partir de septiembre ya es un adorno) quien elija a los perfiles de mujeres más competitivas. Y ahí es donde Geovanna del Carmen Bañuelos de la Torre y “Chole” Luévano le aguarán la fiesta.

La coordinadora de la bancada del PT en el Senado será tomada en cuenta por esa Comisión Electoral, como sucedió en el proceso interno de designación de la coordinación nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación.

Como se conoce hasta el momento, y de ser tres las mujeres que formen parte de la encuesta, Verónica Díaz aparecerá en un contundente tercer lugar, lo que obligará a David a llevarla a una nueva terna donde tenga menos posibilidades de perder. Diputación federal o local es la disyuntiva, porque lo que es indiscutible es que la delegada anda en busca de fuero.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *