El mismo joven político que en la campaña 2016 recomendó a David Monreal Ávila salirse de la burbuja de cristal en la que lo había encerrado Verónica del Carmen Díaz Robles, es quien hoy regresa a Zacatecas -con la derrota de aquella elección a cuestas- para “coordinar” a los grupos políticos que trabajarán durante la candidatura presidencial de Claudia Sheinbaum Pardo.

Ese episodio lo recuerda bien el hijo de un exgobernador tabasqueño, pues una llamada telefónica entre Ricardo Monreal Ávila y David, que filtraron en medios de comunicación, confirmaba el consejo que dio Néstor Núñez López al entonces candidato de Morena, derrotado por un amplio margen de votos. Al fin y al cabo, David estaba (y sigue) dormido, aislado e ilocalizable.

A partir de la fecha, el resentimiento que extendió Verónica Díaz para Néstor fue latente, en especial porque lo identificaba como un operador cercano del hoy senador con licencia que puso la cabeza de su hermano en charola de plata, en el famoso regaño telefónico. Pero, como en política “tragar sapos” es parte del menú cotidiano, Núñez vuelve a sus desdichas.

En menos de una semana intentó rearmar el andamiaje político que soltó en 2016, con la novedad descubierta de que el partido de Morena en Zacatecas ahora vive el mismo secuestro que David en la elección que perdió y le achacaron. Y persiste a tal grado ese secuestro (con el beneplácito del que se dice “gobernador”) que este jueves incluso los servidores de la nación lo desconocieron.

O no se había entrevistado con ellos, o en el partido dieron la instrucción de no dejarlo pasar al primer evento en el municipio de Jerez, en el que Claudia Sheinbaum Pardo daría un mensaje a la “militancia”. Esa que se redujo a algunos representantes populares y un ejército de burócratas que arrimó David (y que no votarán por sus candidatos), en día laboral, al representativo “pueblo mágico”.

El primero en enterarse del cerco que había establecido la Delegación de Bienestar, con el que dejaron fuera a uno de los coordinadores de la “corcholata” favorita, fue Mario Delgado Carrillo. Desde ese momento, y en delante, toda la operación de Verónica Díaz y David Monreal se trató de todo menos de unidad y la reconciliación que presumió Ricardo.

Es cierto que Néstor se reunió con los equipos de #EsClaudia una noche anterior, a quienes les advirtió que había que arribar temprano al municipio de Jerez, pues se esperaba un despliegue -casi electoral- de la nueva gobernanza y sus municipios aliados. No obstante, el coordinador regional maniobraba con los consejos del Malestar.

Uno de ellos, fue una lista de diez medios de comunicación con quienes pudo entrevistarse la coordinadora nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, de la que Néstor “rasuró” tres nombres: Agenda Política, Lalalá News (de Heraclio Castillo Velázquez) y Verónica Trujillo Noticias (corresponsal de LatinUs).

A petición de Gerardo Flores López, a quien le negaron la difusión de la primera visita oficial de la coordinadora (con todo y que puso al SIZART a transmitir el evento), por medio de Mariano Alberto Casas Valadez, vetaron a estos medios de la lista de prensa que podía abrir preguntas a la aspirante presidencial, y sólo dejaron en ella a medios con los que hoy mantienen acuerdos (tácitos o implícitos).

Todo con la venia de Verónica Díaz y un diminuto y jorobado figurín como David Monreal, que imagina que opera a capricho para vender percepciones, mientras que en las realidades ninguna reunión de gabinete ampliado con Claudia Sheinbaum le devolverá el poder que pierde a pasos agigantados, y con el que no logra colocar a su favorita de senadora. Un “poder” que no puede.

Sin embargo, lo que nadie logra explicarse es cómo, con todo el ramaje de servidores de la nación, Verónica Díaz tampoco pudo (o no quiso) colar en ninguno de los eventos a Saúl Monreal Ávila dentro de los presídiums en los que sí subieron a David y a Ricardo. Y cómo, Saúl tuvo que esperar a la salida del segundo evento para que Claudia pudiera retratarse con el presidente de Fresnillo.

Además de que, perdida en el 4% de las encuestas conocidas y de consumo interno, Verónica Díaz haya decidido armar un evento al que no se presentó. Si el problema también son sus porcentajes de conocimiento, tal vez la delegada no quiso exponerse al repudio entre los grupos ahí reunidos para evitar algún episodio bochornoso que terminara de hundir sus positivos.

No obstante, eso es a lo que apostó Saúl cuando sacrificó su quinto informe de gobierno, en el que se esperaba un mensaje de estadista, pero prefirió dar paso al destape de su excuñada. Hoy no tiene el control de los eventos en los que la misma delegada no le ayuda a figurar, porque le interesa más que David tenga las fotos y los videos con Claudia, que al “Cachorro” le niega.

Nunca es tarde para cambiar de “estrategia”, esperemos que los resultados de esta visita le ayuden al edil de Fresnillo a revalorar la decisión en la que se enredó, mientras termina de amarrar el relevo en la presidencia municipal. Porque lo único seguro es que David llevó a parte de su gabinete a la que ya dio la instrucción de comenzar a operar la elección del 2024… para el Bienestar.

El saldo definitivo es un apellido Monreal dividido y preocupado por vender la percepción de cercanía con Claudia Sheinbaum que nadie compra, especialmente la coordinadora nacional. Así como un intento de unidad que concluyó en la operación de los equipos de la “corcholata” para abrir el presídium al “favorito” Ulises Mejía Haro y dejar fuera a David y Saúl, junto con un coordinador regional como Néstor Núñez que -otra vez- perdió Zacatecas.


#Casualidades: Si alguien ha comprendido el sentido institucional de un ejercicio de rendición de cuentas como política democrática, con un diagnóstico preciso del contexto económico actual, ese ha sido el secretario de Finanzas, Ricardo Olivares Sánchez.

El titular de SEFIN, a quien se enfrascan en dar trato de “herencia maldita” y no como un funcionario de estado, ha sido el único secretario que, sin improvisaciones, advirtió de la situación presupuestal precaria a la que haría frente el gobierno federal durante 2023.

Los indicadores económicos y financieros proyectados en el paquete de egresos de la federación no sólo dejaron dudas que expuso durante su última comparecencia ante el pleno un año antes, cuando presentó el presupuesto estatal con el que haría frente al déficit de la Cuarta Transformación.

A pesar de las adversidades, que concluyeron en una reducción real del régimen participable para Zacatecas por alrededor de 1 mil 782 millones de pesos, tres pilares sostienen el único punto estable y en equilibrio de la nueva gobernanza, pues su política se reduce a la constante confrontación.

Ese 18.3% de caída real de las percepciones federales en una entidad que depende en buena medida del contrato federal, se han amortiguado a partir del incremento en los ingresos propios, los fondos de estabilización estatal y, en menor medida, la gestión de presupuesto extraordinario.

Estos tres han llevado a la SEFIN a alejarse de cualquier contratación de créditos de corto plazo, ni solicitar adelanto de participaciones a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, lograr el equilibrio fiscal y presupuestal, así como trascender el flujo deficitario en el que incluso aportó su antecesor.

Para el presupuesto 2024, ha advertido a tiempo, se espera un panorama de mayor incertidumbre en las finanzas locales, no sin una planeación previa, real y concreta de cómo Olivares Sánchez mide los indicadores para convertirlos en el punto más sólido de un gobierno que, en lo demás, se diluye.

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