La coalición Morena-PT-PVEM concluyó, en plena incertidumbre, un proceso interno para elegir candidaturas a diputaciones federales y senadurías que sólo profundizó las divisiones, patentizó una serie de complicidades insondables, y llevó al absurdo la escenificación de las “encuestas internas” como método de elección “estatutario”.

En todo este proceso, el partido de Andrés Manuel López Obrador tan sólo reprodujo el viejo modelo que lo llevó al punto en el que el Morena se encuentra hoy: con cuatro “corcholatas” presidenciales, la cascada de cargos públicos (desde el Senado hasta los municipios), tan sólo llevaría a un reparto de cuotas a manera de cierto equilibrio interno -que hace tiempo se perdió.

La marca electoral de Morena hoy mantiene credibilidad y aceptación suficiente para navegar la elección en puerta, y hasta ahí. Con tantos grupúsculos (también contrarios a sus estatutos) acumulados en tan pocos espacios de poder, irremediablemente vendrá una lucha por acumular los beneficios que le resten al partido ya sin su “líder moral”.

El escenario es tan predecible, que basta ver las decisiones que ha tomado el todavía senador suplente de Ricardo Monreal Ávila, ahora que se ha acercado a la coalición PRI-PAN-PRD. Esos canales de comunicación no son de nuevo uso para Alejandro Rojas Díaz Durán, ni para el zacatecano “presidenciable” que representó en las mesas de “corcholatas”.

Previa consigna de que la ruptura en Morena es inminente, pues tiene una lista de más de “100 mil líderes” que sólo podrán ocupar “20 mil espacios”, a muchos de ellos no les repartirán más que “una patada” y más vale emigrar a tiempo, según el colaborador de Ricardo Monreal. Por ende, no subirse a la última ola de votos, nunca fue una opción para tantos intereses concentrados en un solo partido que está próximo a diluirse.

En el caso de Zacatecas, durante los últimos dos días se filtró la posibilidad del cambio de fórmula al Senado de la República. El cierre de registros culminó con el rumor de que Verónica del Carmen Díaz Robles subiría al primer puesto, por encima de Saúl Monreal Ávila, debido a una presunta operación que autorizaron en el Comité Ejecutivo Nacional del partido guinda.

De confirmarse lo anterior cuando se difundan las listas definitivas de candidaturas, el primero en deber una explicación sería Mario Delgado Carrillo, puesto que en su conferencia de prensa del pasado 11 de febrero, respondió a las inconformidades del Comité Ejecutivo Estatal de Zacatecas y aseguró que los resultados de los sondeos nunca favorecieron a Verónica Díaz.

Ella y otra participante más, dijo entonces, no encabezaron las encuestas como sí lo hicieron Soledad Luévano y Geovanna Bañuelos de la Torre. El asunto de los sondeos quedaba zanjado en definitiva con las palabras de Delgado Carrillo, quien recientemente fue señalado por presuntos nexos con el crimen organizado, del que recibió dinero para financiar distintas campañas en 2021 (entre ellas las de David Monreal, pista sugerente).

Luego, la segunda que debería presentar una sólida postura de definición tendría que ser Soledad Luévano, pues de aceptar el “cambio” de candidatura a una diputación por el distrito federal 1 con cabecera en Fresnillo, confirmaría ese dejo de complicidad en todo este arrebato de posiciones avalado con la anuencia de las cúpulas del partido.

También deberá aclarar, con todas sus letras, cómo sucedió el cambio en la asignación de ambas candidaturas, y qué respuestas recibió de Citlalli Hernández Mora porque, un par de días antes, a la senadora le juraban que el CEN de Morena y de la Comisión de Elecciones no se prestarían a tal jugarreta.

Ahora bien, todos estos rumores igualmente desataron el nerviosismo y la paranoia en otros partidos como el del Trabajo, en donde incluso se hablaba de una supuesta fórmula compuesta por Verónica Díaz y Ulises Mejía Haro. Teóricamente, según su información, habría un pacto entre David y Ulises para subir al Senado y cargar con la candidatura de Verónica en segundo lugar.

Empero, ni siquiera al corte de esta columna quedaba claro cómo se asignarían las cuatro diputaciones federales, de las que se esperaban movimientos por asignaciones pendientes en los distritos 3 y 4, y por presuntas renuncias y movimientos en los distritos 1 y 2. Así que, en el último minuto de los registros, Morena en Zacatecas no era más que una moneda al aire.

Y dependiendo de la conformación que presenten este viernes, se abrirán las rutas al 2027: una donde Verónica ascienda al Senado quitándose del camino a Saúl Monreal Ávila y a Ulises Mejía Haro. Sólo necesita poner en descanso la lista de Coordinadores Territoriales para hacer perder al de Fresnillo, y enfocar sus baterías en la candidatura de Ulises para obstaculizarlo.

U otro donde los rumores no se confirmen, y asistamos a los últimos tironeos de un proceso interno que tendrá como resultado una fuerte fractura tanto en la elección del 2 de junio, como al interior de la nueva gobernanza. Ahí se sentirá la revancha entre davidistas y ricardistas, con perfiles de quienes ya se tiene en mente pedir su renuncia para traer cambios en el gabinete.


#Casualidades: Pese a todas las tensiones que se ciñen al interior de la nueva gobernanza y en el partido guinda en Zacatecas, a David Monreal Ávila le ha parecido una excelente idea poner en marcha una segunda ola de despidos en su sexenio.

Se trate de gente de confianza o de base que hayan ingresado o no en su “gobierno” (así le dicen), la indicación puesta en los hombros de Verónica Yvette Hernández López de Lara, es abrir paso a la “reestructuración administrativa” con la eliminación de plazas y contratos.

Por ello, antes de partir a un largo viaje de vacaciones por París en diciembre, la secretaria solicitó a las coordinaciones administrativas una relación del personal y sus actividades (una por una), así como la elección de los perfiles más susceptibles a perder sus empleos.

El plan alcanzaba sus objetivos si el coordinador jurídico, Ángel Manuel Muñoz Muro, y el magistrado Edgar López Pérez, lograban imponer en el Tribunal de Justicia Laboral Burocrática a la directora de Estudios Legislativos, Norma Esparza Castro.

En una entrega anterior explicamos de la quinta derrota de los operadores del fracaso (Ángel y Edgar) para lograr los votos que impusieran a Norma en una magistratura vacante. Empero, no por ello el plan del segundo recorte masivo de personal dejaría de operarse.

A tres meses de la elección, resulta inaudito que la nueva gobernanza cargue la guillotina en contra de las y los trabajadores que recibieron puestos en este sexenio. Los heridos de la elección 2024 y las promesas no cumplidas exigen de nuevos sacrificios.

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