Se acerca el primer corte de caja de las campañas electorales locales, y con este vendrán los reagrupamientos y la revisión de estrategias, al menos en las coaliciones del Morena-PVEM y del PT-PANAL-PES. Los números en las mesas de cada alianza definirán qué pasos a seguir en los próximos días.

Así sucedió esta misma semana cuando la nueva gobernanza citó a sus aspirantes a los distritos estatales para recordarles una premisa básica que algunos contendientes dejaron de lado: el llamado al voto es uno solo, “puro Morena. Nada de declinaciones ni alianzas con los otros de la 4T.

Cero compromisos con los partidos de registro local, como el que encabeza José Luis “Cepillo” Figueroa, pues la prioridad del expetista es consigo mismo y su próxima curul plurinominal, si es que consigue los votos para ello. El monolito de Morena ni se presta ni se comparte.

En aquella reunión, a las y los candidatos les fueron presentados algunos sondeos que mostraban la inminente distancia que los separa de la candidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo. No han conseguido, por lo que ahí se escuchó, capitalizar la marca guinda ni sacudirse el apellido Monreal.

Este no es un escenario del todo extraño para la nueva gobernanza. Los negativos del que se presume “gobernador” permean incluso en los contrincantes que llevó a los distritos electorales, pues en ellos pesan dos años y medio de errores políticos desde el inicio del sexenio de David Monreal Ávila.

No obstante, el partido oficial cuenta con una oposición siempre fiel, lista para “pelear” por la supervivencia administrativa. Unos cuantos espacios en gobierno, unas cuantas plurinominales, alguno que otro distrito, y la negocia de recursos en la LXV Legislatura, muy a modo.

Entre esos casos también se encuentra el del candidato a diputado federal “Lupe” Correa Valdéz, que ya se dedica a desactivar distintos municipios de Acción Nacional y de la coalición con el PRI y el PRD, para facilitar la ruta de sufragios en acuerdo con Julia Olguín Serna y así entregar el distrito 2.

Por parte del Revolucionario Institucional, la lista de aspirantes que presentó el alonsismo no tenía otro objetivo que privilegiar un acuerdo previo con David Monreal, para que estos permanecieran como una oposición simulada y así se abriera la posibilidad de triunfo de Saúl Monreal Ávila.

Sabedores de esto, en la delegación de Bienestar impusieron un veto especial al aspirante al Senado que acompaña a Verónica Díaz Robles en la fórmula guinda. En próximos días se definirá si el futuro de “la secta” atraviesa por mantener vivo a Saúl como contrincante, o cerrarle el paso de una buena vez.

El punto más endeble que hoy muestra el “Cachorro” es ni más ni menos que Fresnillo, donde gobernó cinco años. Su rabieta achispada durante su última entrevista con Verónica Trujillo Jiménez (otra fresnillense), evidenció que el único rival contra el que Saúl quiere hacer campaña es Javier “Javo” Torres Rodríguez.

Y es que, no es lo mismo presentarse como “senador de la república” sin incidencia en el gobierno estatal e infiltrado en el municipio que hoy puede perder, que obtener pase directo a la Cámara Alta y en el trayecto imponer buena parte de candidatos en municipios y distritos del estado como plataforma al 2027, como lo hace la delegada.

De perder Fresnillo, Saúl además quedaría como un “senador” sin influencia política y con mínimas posibilidades de incidir en la construcción de la candidatura al gobierno de Zacatecas dentro de tres años. En ese futurismo “Javo” Torres ya hace su chamba… sólo falta que Verónica Díaz decida qué hacer con ese municipio.

Si tomamos por válidos los trascendidos de que en aquella reunión a la que citó David Monreal a las y los aspirantes a diputados, se trazó una línea de apoyo enfocada a la candidatura de Díaz Robles, la decisión de soltar Fresnillo ya habría sido tomada en los pasillos de la nueva gobernanza.

Algo que no favorece a los intereses del senador Ricardo Monreal Ávila, pero que estaría dispuesto a dejar pasar si su tiempo y sus baterías permanecen enfocadas, exclusivamente, en la campaña de Eldaa Catalina Monreal Pérez, como lo ha hecho en las últimas semanas porque el triunfo en la Cuauhtémoc se complica.


#Casualidades: En donde torcieron el planteamiento inicial de la “oposición” en acuerdo con la coalición Morena-PVEM, fue en la capital de Zacatecas. El viraje en la campaña de Miguel Ángel Varela Pinedo advierte de distintos riesgos políticos.

El primero es para los del Revolucionario Institucional, dedicados a tomarse fotos en los toques de puerta del aspirante albiazul, pero sin interés de incrementar el número de brigadas y brigadistas en ese municipio.

El ingreso de Cuauhtémoc Calderón Galván, Manolo Solís Caldera, Enrique Laviada Cirerol y Jorge Rada Luévano movió el piso y los alfileres que sostenían a un candidato movido por el triunfo, pero sin respaldo contundente.

La otra “oposición” que deberá mostrar mayor solidaridad con el candidato que mantiene amplia residencia en Jalisco, es la del Partido del Trabajo. Ahí, Xerardo Ramírez Muñoz tendrá que asistir a las colonias repitiendo el “puro Morena”.

Claro, si es que quiere se respete el acuerdo con Miranda Castro para que el verde presidente cubra los gastos de campaña del candidato “estrella”, siempre y cuando el PT de la capital ayude al triunfo de Jorge.

Un movimiento de tablero el que empujó Varela Pinedo y que modifica por completo el metabolismo de la campaña en la capital. Pese a la opinión del alonsismo, y contra su voluntad, el día de la elección se verá quién siempre jugó a traicionar.

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