Lo que se vive al interior de la administración del arquitecto Alan Murillo Murillo, como presidente municipal de Sombrerete, a estas alturas no puede calificarse como omisión. Los “errores administrativos” son tan evidentes que parecen realizarse con aprobación superior, así como las acciones reiteradas que hablan de un completo desinterés por conducirse dentro de los márgenes legales.
No basta conque la misma Auditoría le haya señalado conflictos de nepotismo por consanguinidad, en la revisión de la Cuenta Pública 2018 que dimos a conocer en este portal informativo, las decisiones para contratar a familiares relacionados con servidores públicos del cabildo y funcionarios del ayuntamiento le han valido un nuevo expediente de investigación.
Hay nombres que se repiten, como el de Anahí Guadalupe Mena Fraire, señalada en 2018 por nepotismo al recibir el nombramiento de Oficial del Registro Civil. Pues bien, durante el ejercicio fiscal 2021, ella, junto con el secretario de Desarrollo Social, Jaime Arturo Viedma Ceceñas, y la tesorera municipal, Aracely Cuevas Madrid, recaen en la misma conducta.
Aunque Anahí Mena Fraire anteriormente fue señalada por su relación de parentesco con el regidor Arturo Arnulfo Fraire Mora, en la revisión de la Cuenta Pública del 2021 la Auditoría Superior la vincula directamente con Alan Murillo y la presidenta del DIF municipal, Ana Lilia Segovia Bañales; lo mismo que el de Desarrollo Social y la tesorera.
Expresamente, la ASE expone en su expediente de investigación que, por un valor de 769 mil 984 pesos, la administración de Alan Murillo “no presentó evidencia documental que compruebe, justifique y transparente que los cargos públicos asignados y aprobados por el cabildo, no tengan un vínculo o parentesco” con el titular del ayuntamiento y la presidenta del DIF.
A estos se suman los 308 mil 717 pesos que la Auditoría observó en la cuenta 2018, en dos situaciones de nepotismo y once erogaciones a diverso personal que no contaba con ninguna tarea asignada en específico ni en los registros ni en su contratación. Y las conductas se mantienen vigentes, con toda la desfachatez que presume Murillo Murillo.
Lo anterior es apenas una minucia de los 10 millones 90 mil 137 pesos observados en el ejercicio 2021, donde nuevamente existe simulación de erogaciones sin comprobación de su uso o destino. Están, por ejemplo, los 2 millones 765 mil 404 pesos de gastos por concepto de “maquinaria para construcción de muro, rehabilitación de bordos y apoyo de maquinaria para excavación de zanjas para drenaje”.
En ninguno de los casos revisados se presentaron actas de entrega recepción de las obras realizadas, ni se ofreció documentación financiera por póliza de egresos, comprobantes impresos de las transferencias bancarias realizadas (y generados por el propio banco), distintos CFDI que no cumplen con requisitos legales, y/o cualquier otro dato que documente la aplicación del recurso.
Hablamos de que las irregularidades fueron encontradas en el ejercicio fiscal de un año electoral, por ende, no debería descartarse el uso diverso con fines proselitistas y de compra de sufragios. En mismas condiciones se encuentran 1 millón 433 mil pesos por diversas órdenes de pago que no cuentan con firmas de ningún funcionario municipal.
Ese recurso que amparaba la adquisición de cemento a un proveedor en particular, no encuentra comprobación alguna de la entrega del material al municipio. Lo mismo que se ausenta documentación que justifique la aplicación del cemento en cualquier actividad relacionada con las del Departamento de Obras Públicas de Sombrerete.
También se ha encontrado probable daño a la hacienda pública municipal por 3 millones 617 mil 929 pesos, debido a que nunca se inició un Procedimiento Administrativo de Ejecución, derivado de la recuperación del crédito fiscal proveniente del asunto ASE-PFRR-4072015, prescrito en fecha del 20 de enero del 2021 y notificado en fecha del 25 de enero del 2017.
Dicha anomalía cruza por el nombramiento que hoy también se encuentra en expediente de investigación, pues recordemos que la tesorera que debía iniciar ese Procedimiento Administrativo de Ejecución mantiene relación de consanguinidad con Alan Murillo. El daño al erario atraviesa, inicialmente, por una relación de nepotismo en favor del presidente municipal.
Cabría entonces preguntar si Murillo decidió no ejecutar el crédito fiscal para beneficiar a un tercero que fue sancionado por la ASE en cuentas por 3 millones 617 mil pesos. En lo que surge esta respuesta, la Auditoría explica que, por otro monto de 612 mil 955 pesos, el ayuntamiento no licitó ni puso a concurso restringido diversas erogaciones del Programa de Devolución de Derechos 2020.
Lo mismo que en las erogaciones del recurso para la “Construcción del salón de usos múltiples en la comunidad de San Martín”, soportadas únicamente con información financiera, sin reportes fotográficos de la ejecución de la obra, ni el acta de entrega recepción, o cualquier apoyo documental que demuestre la realización y término de la obra.
Estos son los simbolismos con los que navega el PRI en Sombrerete. Parten del grupo de ediles que conforman el bloque político encabezado por Roberto Luévano Ruiz, el “más grande” “disidente” tricolor, responsable de la pérdida de credibilidad que hoy muestran las encuestas para la marca priista. Y eso es lo que llevarán a la campaña 2024, con el silencio cómplice del partido.
#Casualidades: Como se anticipaba en este espacio la semana pasada, Claudia Sheinbaum Pardo, próxima candidata presidencial de Morena (según las encuestas), cerró el paso a cualquier expresión política cercana al grupo del “Malestar” en Zacatecas.
Ni acarreos con “militantes” prestados del padrón irregular de Morena a nivel local (a modo de las becas de la Cuarta Transformación), ni cualquier funcionario de partido o de gobierno identificado con la nueva gobernanza en el evento del pasado viernes.
Si acaso un intento de manta con un mensaje simplón, que sólo generó morbo, para un expedición de corto tiempo Sheinbaum mostró muchas más simpatías en Zacatecas que otras corcholatas, donde la marca de Morena genera más interés que el apellido Monreal.
¿Habrá consecuencias a la hora de construir las listas de candidaturas desde el Comité Ejecutivo Nacional de Morena, ya con una aspirante definida? Lo más probable es que, como lo ha asegurado Ricardo Monreal Ávila en distintos espacios informativos, veremos sorpresas.
No sólo en las encuestas y en la definición final de la corcholata de Palacio Nacional, sino en cómo se piensa la próxima campaña en los estados, y con quién quiere caminar de candidata Claudia a nivel estatal en los espacios al Senado de la República.
¿Alcanzará el acuerdo de respeto y “unidad” entre aspirantes presidenciales para que, al mismo tiempo se pide la candidatura del gobierno a la Ciudad de México, también el apellido sepa ceder espacios en Zacatecas? En septiembre tendremos la respuesta.