Una comida en el restaurante Canto del Agua, a los márgenes del municipio de Guadalupe, habría sido el escenario donde se fraguó la alianza entre Saúl y David Monreal Ávila, para caminar de la mano junto con Verónica del Carmen Díaz Robles (otrora archienemiga del “Cachorro”), en sus aspiraciones al Senado de la República.
Concluido el segundo informe de gobierno de Jorge Miranda Castro, al interior del Teatro Calderón donde David negó el saludo a Ulises Mejía Haro, los convocados del equipo compacto del que se dice “gobernador” y la delegada asistieron a aquella finca para escuchar la indicación que habrá de desarrollarse en los meses posteriores, y que fue corroborada el pasado viernes.
David les dijo a los ahí presentes que, dado el escenario de recomposición política nacional en el que él mismo comprende que Claudia Sheinbaum Pardo en ningún momento confiaría la coordinación de su campaña en manos de los Monreal, el único panorama posible era avanzar en una fórmula definida al Senado para presentarlo en las mesas de negociación entre “corcholatas”.
“Todo el apoyo para Verónica y para Saúl” se le habría escuchado a un titular de la nueva gobernanza que apenas concluía su tarea de mediación en un pleito personal (y que escalará a otras dimensiones) entre Norma Julieta del Río Venegas y la delegada del Bienestar, unos cuantos días después del bochornoso episodio en el Palenque de la FENAZA.
Quienes conocen del “pacto de Canto del Agua” explican que, si Verónica Díaz ya resaltaba en los eventos de agenda del gobierno estatal, a partir de la instrucción habrá aún más presencia de la funcionaria federal y de Saúl Monreal Ávila como preferidos del gobierno peor calificado en la historia de Zacatecas (mismo que podría abreviarse en una próxima revocación de mandato).
Saúl entonces respondió con el papel preponderante que otorgó a Verónica en su quinto informe de gobierno como presidente municipal de Fresnillo, en el que dejó de esconder a la delegada en los asientos de la tercera fila del Centro de Convenciones, para darle un lugar frente al presídium, y a unas cuantas sillas del senador con licencia, Ricardo Monreal Ávila y sus hermanas y hermanos.
Justo lo contrario de lo que había sucedido en el informe municipal del año pasado, con el que se pudo atestiguar el trato indiferente que ofreció Saúl a su excuñada, pues prefirió poner en la primera fila a su hermano Luis Enrique Monreal Ávila como una suerte de termómetro de la relación política que mantenía hasta hace unos días con la delegada.
Sin embargo, los milagros existen, y de tanto encomendarse al Santo Niño de Atocha David y Saúl dibujaron un retablo hasta hace poco inimaginable en el seno de los Monreal: la reconciliación. Si Susana, Ana María, Luis Enrique, Cándido, Eulogio, y cualquiera de sus quince hermanos mira distinto y no comparte la alianza pragmática, sus opiniones tendrán que reservarse.
Tal como lo hizo Ricardo Monreal al abandonar el recinto donde Saúl advertía, con poca credibilidad, que no era cierto que entre hermanos y con la delegada existieran grillas, intrigas y diferencias, y que la familia estaba por encima de todo y de todos, con lo que entintaba su discurso de un fuerte olor a caciquismo y a complicidades políticas ajenas al bien público por simples lazos sanguíneos.
La “corcholata” de los Monreal no esperó a que Saúl finalizara su discurso, y por alguna razón urgente en su agenda, salió del Centro de Convenciones antes de que los medios lo atajaran y las fotografías lo llevaran a dar una impresión que puede que no sea del todo la que el exgobernador intente dar en estos momentos, pues su prioridad se llama Eldaa Catalina Monreal Pérez.
Mientras sucedía aquella peculiar imagen, en el equipo del senador con licencia comenzaban las especulaciones, pues no entendían ni el contexto ni lo que ahí sucedía, y reprocharon a Saúl no tener la misma deferencia para las mujeres que aspiran a un lugar en la fórmula de Morena al Senado, como lo son María Soledad Luévano Cantú y Maricarmen Salinas Flores.
En el caso de la segunda fue aún más evidente, ya que los organizadores -a diferencia del año pasado- ni siquiera invitaron a la Tesorera del Senado, con lo que se confirmaba que previamente existía un pacto a verificarse en el informe del “Cachorro”. Otra curiosa ausencia en ese informe, y que un día antes había confirmado su participación, fue la de la comisionada del INAI, Norma Julieta del Río.
Por ende, en el ecosistema político ya se intuía un cambio en la orientación de lo que había sido un conflicto enraizado entre Saúl y Verónica, y que también dio un viraje cuando la oficina de Gerardo Flores López rescató del discurso de Saúl los minutos en los que se desvivió en reconocer las virtudes de David y de la delegada del Bienestar, y envío esos videos a los medios de comunicación a través de WhatsApp.
En ellos se escucha a Saúl repetir una frase poco utilizada en su cotidianeidad: “es un honor estar con Obrador”. La misma que hoy no les explica por qué, desde Palacio Nacional, han enviado un claro mensaje al titular de la nueva gobernanza en la reducción presupuestal que vivirá Zacatecas en el ejercicio fiscal 2024, como una ruta para deshabilitar la operación de recursos públicos a la causa Monreal.
Empero, con independencia del pacto de Canto del Agua, el verdadero proyecto de Ricardo se centra en el gobierno de la delegación Cuauhtémoc, y por ello cedió la voz en las negociaciones locales a Adán Augusto López Hernández (contrario a la presunta coordinación de campaña en Zacatecas). Algo que debió poner de nervios a Saúl, dispuesto a correr el riesgo que ahora vive, y con el que pierde más de lo que gana.
#Casualidades: Una semana después de apagado el fuego en el conflicto laboral dentro de la Fiscalía General de Justicia del Estado, ahora estalla en las manos del General Arturo Medina Mayoral, una nueva confrontación interna que va más allá de las demandas laborales.
Este fin de semana fue separado de su cargo Herón Moreno López para enfrentar las denuncias de acoso sexual y labora que un nutrido grupo de mujeres impuso en su contra, como trabajadoras del Centro de Comando, Control, Coordinación, Comunicaciones y Cómputo de Zacatecas (C5).
En su lugar, Medina Mayoral colocó a Luis Roberto Esparza López, otro funcionario identificado por las víctimas debido a que también ha perpetrado conductas de acoso sexual y laboral, y ha protegido los intereses de Herón Moreno con la anuencia de Manuel Eduardo Flores Sonduk, y con el respaldo que todos dicen tener de Verónica Díaz Robles.
De tal forma que, al tratar de ingresar a sus centros de trabajo el día de ayer, las víctimas y denunciantes encontraron que, debido a una investigación interna, Medina Mayoral precauteló el ingreso a las instalaciones del colectivo de mujeres.
Así fueron reasignadas a un área de adscripción diferente dentro de la Secretaría de Seguridad Pública, hecho que presuntamente les fue notificado el 15 de septiembre, lo cual fue negado por las víctimas que luego procedieron a videograbar las represalias ahora vividas en su contra.
Lo que más llama la atención es cómo, en el centro encargado de la videovigilancia para la respuesta inmediata de las fuerzas policiales en hechos delictivos, en realidad los problemas giran en torno a las graves historias de acoso, más que en torno a las tareas de disuasión del crimen organizado.