La única encuesta conocida en cuanto a preferencia electoral de aspirantes al Senado en Zacatecas, es la que difundió recientemente Massive Caller. Al inicio de la campaña, según sus cifras, Claudia Edith Anaya Mota y Miguel Ángel Torres Rosales comienzan a la cabeza y con una ventaja de dos puntos.

Debajo de ellos, Verónica Díaz Robles y Saúl Monreal Ávila acumulan casi tres meses sin presentar una sola medición a su favor, más allá del “fake news” que publicó el diario Imagen de Zacatecas en diciembre, que luego fue desmentido por la empresa TrueData. Y la de Morena, ya sabemos, fue una encuesta que no ganaron.

La delegada del Bienestar convenientemente se encuentra fuera de los reflectores públicos. Asistirá a una campaña protegida por servidores de la nación, coordinadores territoriales y subdelegados, que ingresaron en las listas de candidaturas presentadas ayer ante el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas.

Verónica Díaz no necesita realizar el menor esfuerzo, gastar muchos recursos, ni convencer a ningún sector contrario a la nueva gobernanza o a la cuarta transformación. Esa tendría que ser tarea de Saúl Monreal, que hace unos días hizo pública la absurda adhesión de Julio César Nava de la Riva como representante de su candidatura en Guadalupe.

Nava de la Riva, se sabe en los pasillos de ese ayuntamiento, no tiene carga de trabajo que justifique su inclusión en la nómina que maneja José Saldívar Alcalde. Además, constantemente ha utilizado sus tiempos en redes sociales para presumir fotografías de un prófugo de la justicia, a quien intenta hacer pasar por un mártir político: Julio “N”.

Sin embargo, con ingenuo orgullo, Saúl presume la pepena de cuadros que le quita… ¡a sus colegas de gobierno y partido! Y eso lo hace al mismo tiempo que pide que lo deslinden de su hermano David, pero adhiere a su “proyecto” todas aquellas expresiones que le dieron el voto a Monreal como candidato a gobernador.

Pese a una y otra incongruencia de tales magnitudes (y como si llevaran un amplio margen de ventaja en las mediciones electorales), en la nueva gobernanza todavía se dan tiempo para “intrigas palaciegas” -así como las llama Ricardo Monreal-, después de la brutalidad policiaca que echaron a andar el pasado viernes.  

Que el senador de Morena y presidente de la JUCOPO tenga que asistir al noticiero radiofónico del locutor José Cárdenas, en Grupo Radiofórmula, para afirmar que Rodrigo Reyes Mugüerza “es un muchacho brillante, no es corrupto, es un joven que yo conozco”, nos da claridad de la crisis que se vive al interior del gabinete.

Una crisis política en medio de una crisis electoral en Zacatecas para la facción de “ricardistas”, después del golpe a Soledad Luévano Cantú en las listas de Morena para candidaturas al Senado. Sólo que, en esta ocasión, distintos intereses y grupos entraron a la lucha de fuerzas para desvencijar al “muchacho brillante” de Ricardo.

Como se advirtió aquí en una entrega anterior: el error de Rodrigo Reyes fue dotar de una narrativa política a la estrategia de brutalidad policiaca que tenía en mente Arturo Medina Mayoral. Las razones de fondo se entienden por los testimonios de distintas mujeres en otra marcha feminista, realizada el 25 de noviembre del 2023.

Los hechos narrados por la periodista Esther Consuegra dejan constancia de cómo el secretario de Seguridad Pública, Arturo Medina se involucró en un intercambio de palabras y provocaciones con las manifestantes, mientras les fotografiaba. Acató entonces la instrucción de no caer en rencillas, sin olvidar la reyerta de palabras con las féminas.

Lo del viernes parecía más bien la oportunidad que hace unos meses perdió el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, para evitar la “desmoralización” de los cuerpos de seguridad frente a la “excesiva” protesta de las mujeres organizadas. Así, la “vandalización” de un muro perimetral se convirtió en el pretexto para pagar “cuentas pendientes”.

Cuentas que habían sido anticipadas por el propio Reyes Mugüerza (otro grave error) días antes, cuando criminalizó la protesta y propuso un ambiente de polarización -por presuntas “infiltraciones”- que no llegó. No al menos a diferencia de la radicalización de la protesta como sucedió hace un año, sin mostrar una respuesta brutal de la policía aquella ocasión.

A cambio, lo primero que Rodrigo recibió el viernes por la tarde-noche fue la sororidad, en privado, de la diputada Gabriela Pinedo Morales a las colectivas feministas, como lo informaron en su conferencia del sábado. Un indicio muy claro de lo que le esperaba al secretario durante el fin de semana, pues ya estorba a los intereses del Bienestar.

Se sabía con anticipación que, fuera de las listas del Senado como se encontraba Verónica Díaz hasta hace unos días, la primera cabeza que rodaría sería la de Reyes Mugüerza a manera de represalia. El objetivo no ha cambiado. Lo que sí cambió fue el nivel de empoderamiento de su verdugo, de ahí la urgencia en el mensaje de Ricardo Monreal para respaldarlo con un voto de confianza público.

Por cierto, ¿y la solidaridad de Verónica Díaz con las mujeres agredidas? ¿O ese tipo de violencia de género se invisibiliza a conveniencia?


#Casualidades: Otro que empieza con el pie derecho en las mediciones, según la misma empresa encuestadora Massive Caller, es Miguel Ángel Varela Pinedo, tan sólo a cuatro puntos del candidato de Morena-PT-PVEM.

Los números no se separan mucho del resultado de la elección en la capital hace tres años, pues en aquella ocasión la coalición PRI-PAN-PRD obtuvo 20 mil 873 sufragios, contra los 24 mil 303 votos del Morena-PT-PVEM-PANAL.

La diferencia real fueron apenas 3 mil 430 votos, que cargaron el fiel de la balanza a manos de Ulises Mejía Haro e Iván de Santiago Beltrán, pues le aportaron al Partido Encuentro Social unos 8 mil 135 sufragios en la capital zacatecana.

Algo sumamente alejado a la percepción que la encuestadora TrueData quiso vender en la elección del 2021, cuando dijeron que Morena “arrasaría” con una votación 3 a 1 sobre sus rivales, y que, pese a las evidencias, ahora intentan replicar.

La campaña en el municipio de Zacatecas, además, contará con las inercias propias del desgaste del apellido Monreal. Algo que ni el partido guinda pudo evitar en las mediciones internas que siempre pusieron en último lugar a Verónica Díaz.

Aún y cuando Heladio Verver y Vargas repita candidatura, ahora en el partido Fuerza por México, el doctor carga con el sello “monrealista” en el cuero. Todo dependerá de en dónde depositen su fuerza el Partido del Trabajo, así como el bloque de Ulises Mejía, todavía sin rumbo electoral dentro de Morena.

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