Fresnillo es un botín. Así lo administró Saúl Monreal Ávila durante seis años, y así lo hará Javier Torres Rodríguez otros tres más. Todo se reduce a las redes de complicidad que tienden los ediles, incluidos familiares, prestanombres y socios. Las jugosas arcas municipales son el fin último.
No ha cambiado mucho al respecto entre un gobierno guinda y la “oposición”, tal cual lo explican las pocas licitaciones publicadas en el portal de transparencia del municipio, el cual ya fue denunciado por Agenda Política debido a su renuente negativa de cargar información pública en la Plataforma Nacional de Transparencia.
Si el “Cachorro” Monrealito se especializó en aglutinar a un grupo de sus constructores consentidos (muchos de los cuales actuaban como prestanombres), en el “gobierno” de “Javo” Torres se dirigen al mismo punto. Y ni siquiera hay un distanciamiento cualitativo en la forma en cómo se reparten los dineros municipales.
Mientras Saúl aprovechaba las lagunas legales de la Ley Orgánica del Municipio para realizar adjudicaciones directas revestidas de “licitaciones públicas” en las que sólo participaba una sola propuesta de su grupo privilegiado de constructoras, ahora Torres Rodríguez retoma el viejo juego de simular esas mismas “licitaciones”.
Tal es el caso de la asignación de obra pública que resguarda el expediente MF-OP-IR-OF/RVUPE-11-24, en correspondencia a la pavimentación de la calle Belisario Domínguez, del Centro Histórico del municipio. Un contrato por 2.9 millones de pesos, cuyo “concurso” estuvo armado a través de una pésima logística.
En la recepción de propuestas participaron Sergio Adad Bernal Adame (como persona física), Cukulcan Concretos S.A. de C.V., y Pipas Ledesma S.A. de C.V., estas últimas dos posiblemente relacionadas entre sí. Empero, únicamente Sergio Bernal entregó una propuesta dentro del concurso. Las otras dos empresas “desistieron”.
En la administración del “Cachorro” Monrealito, el de Puebla del Palmar se valía de una decena de constructores que se llevaron casi el 70% de la obra pública de Fresnillo durante seis años. Los más visibles eran los hermanos Domínguez Pargas, lo mismo que algunos de sus familiares.
En distintas investigaciones aquí dimos a conocer este esquema de malversación de recursos que operó indistintamente también Maribel Galván Jiménez, entonces síndica del ayuntamiento y, en pago a su complicidad administrativa, luego se le ofreció la candidatura del Distrito VI en Fresnillo con la finalidad de obtener fuero.
Galván Jiménez firmó distintos contratos en estos procesos simulados de licitación, que ella misma vigilaba de cerca. Empero, fueron pocas las ocasiones en que los ejercicios de “concurso” se vieron tan ensuciados, como los que ahora tendría que haber revisado a consciencia Marcela Del Cojo Gómez.
Y para muestra, la “licitación” de la obra de pavimentación en la calle Belisario Domínguez. Ahí se rastrean dos grupos de constructores: los que obedecen a Jesús Badillo Valdés (que es el caso de Sergio Bernal), y los de los hermanos Ledesma Campos, contratistas de Peñoles.
Ninguno de estos constructores había participado en licitaciones previas, porque Saúl monopolizó todos los contratos de obra pública para inyectar de ingresos a cierta concretera con la que mantiene relación directa. Una vez concluido la era del “Cachorro” Monrealito, llegaron los nuevos a repartir el negocio.
Originalmente esa obra fue asignada a Sergio Bernal, en pago a la campaña conjunta con los Badillo, aunque el de la ferretera jure que no tiene nada que ver con la administración municipal. Recordemos que, actualmente, Luis Fernando Badillo Mendez (hijo de “Chuy” Badillo) despacha en la Secretaría de Servicios Públicos del ayuntamiento que encabeza el hijo pródigo del Corporativo Torres. El otro Badillo junior, es diputado por el Distrito que dejó Maribel Galván.
Casualmente, Pipas Ledesma y Cukulcan Concretos se desisten de entregar propuestas en la adjudicación restringida a tres participantes. En vez de declarar desierto el concurso (porque no existían dos propuestas para contrastar), Javier Torres, Marcela del Cojo y Sandra García Tovar le otorgan esos 3 millones al constructor de los Badillo.
Básicamente en eso consiste el nuevo esquema de asignación de recursos del municipio en manos de unos cuantos, todos vinculados con funcionarios del municipio: ya sean los Torres, los Badillo o los Piña. Las compras, además, siguen en la absoluta opacidad, como si fueran fieles seguidores de los principios de la 4T.
Por cierto, aquello de que Javier Torres y el “neonaranja” José Haro de la Torre se encuentran en pleito, queda en duda. El contrato por 5.9 millones a Hema Materiales, Ferretería y Construcciones S. de R.L. de C.V. para la compra de una “barredora” dice lo contrario, pues la empresa de Luis Acosta fue una de las aportantes a la campaña de “Javo” vía Pepe Haro.
#Casualidades: Las cosas en la Ciudad de México apuntaron poco favorables para David Monreal Ávila que, como se había anticipado, pugnaba porque Gabriela Evangelina Pinedo Morales se adueñara de los programas del Bienestar en Zacatecas.
En vista de que Claudia Sheinbaum Pardo declinaba su propuesta (en espera de otras más) para requisitar la delegación a Adilene Rosales Romero, el de la nueva gobernanza tuvo que abrir un espacio en el gabinete para la ex secretaria General de Gobierno.
La silla de María del Carmen Salinas Flores quedaba vacía, debido a que se cumple el periodo en que los funcionarios del gobierno estatal deben renunciar a su encomienda si es que dentro de un año quieren aspirar a un concurso en la Legislatura.
Se trata de la renovación de la Auditoría Superior del Estado, para la que levantó la mano Maricarmen incluso desde que le negaron las candidaturas al Senado de la República, y luego a la diputación federal.
Llegado el momento, Salinas Flores (que se encargó de placear a Alejandro Calzada Prats en el segundo informe de David Monreal) renunciaría a atender las estructuras magisteriales, que ahora vuelven a manos de una “incondicional del gobernador”.
La gran interrogante, sin embargo, que ni siquiera Pinedo Morales atina a responder es: ¿qué pasó con la propuesta para que encabezara la delegación del Bienestar? Seguros estaban que le cumplirían los caprichos a los gobernadores… y ahora resulta que era falso. Vienen más jaloneos.