En el día número 35 de la crisis sanitaria por la enfermedad COVID-19, las autoridades de salubridad han realizado únicamente 514 pruebas diagnósticas en Zacatecas. En promedio, 14.68 análisis de casos sospechosos rutinarios, tomando en cuenta la variación menor y mayor de los números conforme ha evolucionado el virus.

El 21 de abril se declaró la Fase 3 en todo el país. Un día antes, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, aseguró que en México las medidas de aislamiento social lograron “aplanar la curva” de infecciones. Argumento que contradijo después, en la conferencia matutina de Palacio Nacional.

Acompañado del presidente de la república, la nueva imagen publicitaria del Gobierno de México explicó que, más bien, nos acercábamos a un “incremento acelerado” de casos, los cuales, a partir de esta semana, comenzarán a contarse por miles diariamente. De no resultar efectivas algunas medidas de mitigación, en 10 días los casos se multiplicarán a 2 mil registros diarios.

La inconsistencia en el discurso oficial inmediatamente choca con el triaje de la realidad. El municipio de Jerez, Zacatecas, es el mejor ejemplo de un proceso acelerado de transferencia comunitaria. Un total de 25 pacientes, entre quienes se cuentan dos médicos, otros 5 que aseguraron haber presentado síntomas, y un galeno fallecido.

De acuerdo con el personal consultado por Agenda Política, a falta de pruebas diagnósticas no se puede saber a ciencia cierta si los doctores portan o no el virus, incluso si presenten la sintomatología. Aunque, curiosamente, los criterios de discriminación para acceder a los exámenes de laboratorio, en la Fase 3, sean mostrar síntomas relativos y/o haber tenido contacto con los colaboradores del área COVID.

A los casos de trabajadores en calidad de infectocontagiosos además hay que sumar la ausencia de otro tanto de personal, quienes se han ausentado por pertenecer al segmento de comorbilidad, por renuncia (temerosos de propagar el virus entre la familia), aislamientos forzosos, por solicitud de periodos vacacionales, entre otros.

Crisis avanza en los nosocomios de Zacatecas.

En un turno normal, alrededor de 7 u 8 enfermeros y enfermeras, y otros 5 médicos y médicas, cumplen con las tareas de la primera línea de atención al SARS-COV-2 en el Hospital General de Jerez. Conforme incrementen los casos de incidencia se necesitarán alrededor de una o dos enfermeras por paciente, y dos o tres doctores más.

Por cada uno de ellos habrá que cubrir también la demanda de insumos adicionales al uniforme quirúrgico del personal (batas, goggles, cubrebocas, caretas), y que son entregados por el “observador”, un enfermero que permanece en una especie de punto de revisión previo al ingreso en el área de infecciones. Esto de acuerdo con quienes conocen la operación del nosocomio.

Por ahora, el material médico está en fase de “control”. La semana pasada el Hospital de Jerez recibió algo de equipamiento médico. Lo que urge ahora es el personal de apoyo, pues entre los habitantes del municipio reconocen que el arribo de zacatecanos provenientes de los Estados Unidos continúa. Los filtros sanitarios en las carreteras no han mostrado efectividad.

No obstante, hay un elemento que las autoridades no deben soslayar. Servidores de la nación que buscaron a Agenda Política para comentar las irregularidades que viven en campo, aseguraron que existe preocupación entre el personal por el incremento de casos de infección en Jerez, sin que todavía cuenten con equipo o medidas de seguridad propias para enfrentar probables transmisiones.

La semana pasada se les vio visitando algunas viviendas de la colonia Lomas del Lago, en la capital zacatecana. Al concluir la entrega de Pensiones para el Bienestar, los subdelegados pasaron a un nuevo operativo: la dispersión de recursos del programa de becas básicas. Y forzaron la concesión de dinero en efectivo a los beneficiarios de Producción para el Bienestar.

En la primera línea de atención del COVID-19.

Productores han denunciado que la delegada Verónica del Carmen Díaz Robles se negó a recibir las órdenes de pago correspondientes, porque prefiere entregar efectivo en “mesas de atención”. No sin desperdiciar la oportunidad para hacer proselitismo político-electoral en nombre del Coordinador Nacional de Ganadería, David Monreal Ávila.

Los funcionarios de Bienestar son una variable para tomar en cuenta en el crecimiento de casos de infección en municipios. Especialmente en momentos en que la torre de servicios médicos del Seguro Social, en el Centro de Zacatecas, entra en una fase de reconversión hospitalaria en la que dará prioridad a servicios de soporte de vida y vigilancia de casos de COVID.

De acuerdo con fuentes oficiales, el IMSS sí cuenta con insumos, aunque no en la cantidad acostumbrada. La entrega de equipo se realiza de forma matriculada y por horarios. Hasta el momento reportan un trabajador hospitalizado y un médico en aislamiento. Y en apoyo a las deficiencias que ha mostrado la delegada Saandra Durán Vázquez, arribó Enrique Ramón Orozco Besenthal, una especie de delegado auxiliar.

No obstante, médicos contactados por Agenda Política que han presenciado la situación interna, confirmaron un episodio de negligencia. Un anestesiólogo con síntomas de coronavirus contaminó a una paciente en el área quirúrgica. El caso se suma al del galeno intubado, mientras que la transmisibilidad afecta a una quincena de elementos del personal de apoyo que aún no han accedido a pruebas diagnósticas.


#Casualidades: Por segunda ocasión, David Monreal Ávila se ausenta a otra reunión ejecutiva en las oficinas de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. No sólo el Crédito Ganadero a la Palabra no se encuentra entre los programas prioritarios a impulsar en esta contingencia sanitaria, según la lista presidencial.

David ha dejado de figurar en el gobierno federal.

En el desarrollo de un plan estratégico para el abasto de alimentos durante la pandemia, el repoblamiento de hatos ganaderos no figura. Quien sí aprovechó el espacio para proponer un reporte del suministro de alimentos en las zonas marginadas y así fortalecer los apoyos de Producción para el Bienestar, fue nada menos que José Narro Céspedes.

El senador que intenta llevar la fiesta en paz con David Monreal, al mismo tiempo que busca canales de difusión para publicar datos de las anomalías en la delegación de Bienestar en Zacatecas.

Twitter: @GabrielConV
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