Podrá ser -entre los davidistas– el más davidista de los últimos tiempos. Sin embargo, con muy mala leche, Héctor Adrián Menchaca Medrano entendió que en la nueva gobernanza ser davidista es garantía de absolutamente nada. Los tiempos cambiaron de súbito una vez que los largos brazos de Bienestar se acondicionaron en Palacio de Gobierno.

De fondo, una rebatinga por los dineros explica las diferencias al interior de ese “equipo” político. Recordarán los lectores que hace más de dos años, en diciembre del 2019, intencionalmente surgió la especie de la supuesta renuncia de Verónica del Carmen Díaz Robles a la delegación de Bienestar en Zacatecas.

Fue un trascendido que encubría como trama central un chantaje hacia la diputada Roxana del Refugio Muñoz González, debido a que no cumplía con el porcentaje de recursos (salario y herramientas legislativas) que ciertas personas le requirieron para permanecer como diputada suplente de la bancada Morena en la LXIII Legislatura.

Así lo aseguraron a este columnista algunos de los integrantes del grupo parlamentario, ahora metidos a “limpiar” sus nombres una vez conocida la “Estafa Legislativa”.  Uno de ellos fue el exdiputado Omar Carrera Pérez, que no perdió la oportunidad para dar detalles de cómo las personas que presionaban a Roxana incluso exigían acompañarla a los cajeros a retirar el dinero, por mera desconfianza

Días después coincidí en los pasillos de una reconocida tienda del centro capitalino con Menchaca Medrano quien me explicó sus reservas acerca de la renuncia de Verónica como tema verídico. No habría cambios porque no existía tal determinación en la Secretaría de Bienestar. De lo que sucedía en la LXIII Legislatura, Héctor calló.

En Bienestar nunca estuvieron de acuerdo con que sólo Roxana aportara un amplio porcentaje de sus ingresos a las causas de esa delegación. Empero, las cosas no podrían ser de otra forma porque como se lo explicó Omar Carrera al periodista José Andrés Vera Díaz hace algunos años, el 50% de las herramientas de la bancada servían de soporte para la operación política del apellido Monreal.

Entrada la LXIV Legislatura, el planteamiento que reivindicaba redirigir más recursos a la delegación de Bienestar fue la nueva condicionante que vivieron las y los diputados oficialistas. En un discurso sin precedentes que pronunció Priscila Benítez Sánchez en el pleno el pasado el 29 de abril, las especulaciones dejaron de serlo para adquirir valor como verdades tangibles.

Un tema al que, por cierto, le dio la vuelta el “valiente” (a conveniencia) Ernesto González Romo. El diputado utilizó el mismo chantaje que vivió Roxana en la LXIII Legislatura (al que se ha acostumbrado) y que se repetía al inicio de la LXIV. Fue su pretexto para cabildear un salto a la bancada del Verde Ecologista y así quedar lejos del alcance de la voraz ambición del Bienestar. El cobro de cuotas era entonces un secreto a voces que nunca denunció.

Pirómano y soberbio como se presentó durante el primer periodo ordinario, no supo cómo incentivar el acuerdo entre David Monreal Ávila y Carlos Puente Salas para lograr un asiento en la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política, como coordinador del PVEM. Ahora pretende apagar los fuegos que él mismo alimentó, el problema es que nadie cree en su faceta conciliadora.

La vendetta de Bienestar hacia Héctor Menchaca parecía haber llegado a través de su nombramiento como Director de Catastro de la Secretaría de Finanzas, en vez de otorgarle un asiento en el gabinete. Nadie imaginaba que el asunto era todavía un ajuste inconcluso, que habría de resolverse en definitiva una vez que el exdiputado fuera humillado de la manera como lo hizo Juan Carlos López Elías este viernes.

El subsecretario de Ingresos es una olla de presión lista para explotar en cualquier momento, en buena medida, probablemente, por sus actividades particulares en el mundo inmobiliario. Así lo demuestra su declaración patrimonial de inicio como funcionario de la nueva gobernanza, en la que informa al respecto de un crédito hipotecario ciertamente atípico.

Dice haberlo contraído el 26 de febrero del 2021, y se suma a sus otras tres propiedades entre las que se enlistan dos departamentos: uno de 98 metros cuadrados con valor de 3 millones 38 mil pesos, y el segundo de 117 metros cuadrados de 4 millones 117 mil pesos. Ambos adquiridos en compraventa el 1 de octubre del 2020.

Por alguna muy extraña razón, exactamente en la misma fecha López Elías compró además una casa de 335 metros cuadrados, al costo de 9 millones 843 mil pesos, según dijo a la Cámara de Diputados en la que laboraba como Consultor Parlamentario del Partido del Trabajo, mediante su última declaración patrimonial (de conclusión) del 31 de agosto del 2021.

En ese documento Juan Carlos escondió a la Cámara Baja un curiosísimo crédito hipotecario por ¡204 millones 796 mil 675 pesos! que obtuvo en febrero del 2021. Lo “revive” después en su declaración inicial como subsecretario de Ingresos, en un archivo digital dirigido a Humbelina Elizabeth López Loera dentro del sistema SIDESPI, del que es responsable la Función Pública.

No obstante, a nadie en el Sistema Estatal Anticorrupción le pareció extraño que un funcionario en un área clave como la Subsecretaría de Ingresos, comenzara labores con un adeudo particular de casi 205 millones de pesos. Ni siquiera para solicitarle que verificara la información que había declarado y diera razón de sus ocupaciones fuera del gobierno estatal.

Si sus ingresos anuales no rebasaron el millón 300 mil pesos (así lo afirmó) en 2021, ¿cómo es que mantenerlo en esa Subsecretaría no conlleva un grave conflicto de interés en relación al crédito hipotecario que adeuda? Siendo así, el menor de sus problemas se llama Dirección de Catastro.


#Casualidades: Platos de comida tibia o recién servida. Eso fue lo que encontraron los habitantes de la comunidad de Sarabia cuando ingresaron a sus hogares el 15 de junio del 2022, durante el recorrido oficial al que convocó David Monreal Ávila.

Por mera casualidad, los integrantes de distintas células criminales abandonaron las distintas comunidades de Jerez que ocupan de manera intermitente, minutos antes de que la caravana de funcionarios estatales se adentrara en la región.

Alguien les avisó de la visita, tomaron sus armas, dejaron sus alimentos, y se adentraron nuevamente en las serranías. Luego volvieron decididos a no restringirse a las periferias del municipio, y durante más de 20 minutos azotaron al centro de Jerez con el ruido cruzado de las balas este fin de semana.

Esos son los resultados reales de la estrategia de “pacificación” que promueve la nueva gobernanza. Es falso que las células criminales hayan abandonado sus puestos. Es falso que el gobierno ayudara con chapas y puertas nuevas a los pobladores. Todo es un simple montaje mediático.

Twitter: @GabrielConV

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