Saúl Monreal Ávila no pudo escoger mejor nombre para la camioneta doble cabina, modelo 2024, Denali Sierra, con un valor aproximado a los 2 millones de pesos, en la que se traslada en los recorridos de su campaña al Senado de la República. La “Monrivan” es toda una insignia del “Cachorro”.

Los lectores estarán relacionados con dicha camioneta, porque es en la que Saúl constantemente graba sus “jueves de rolita”. Todos sus videos se dirigen al interior del lujoso pick-up, tratando de evitar los llamativos componentes de un vehículo que equivale al precio de una casa (como una de las que reporta en su curiosa declaración patrimonial). Y luego simula y se pone a “cantar”.

Monreal, a final de cuentas, lo mismo intenta asumirse como “obradorista” fiel seguidor de una supuesta “austeridad republicana”. Su campaña, sin embargo, descansa sobre estas muestras constantes de incoherencia, en especial cuando afirma que la mayor de las exigencias que encuentra en los municipios es la de seguridad.

Han transcurrido 44 días desde el asesinato de su exsecretario de Desarrollo Social, Juan Pérez Guardado, y para Saúl el asunto ya es agua pasada. No ha informado si la Fiscalía General de Justicia del Estado le ha pedido alguna declaración, pues el funcionario murió mientras realizaba tareas del municipio.

Como cabeza de todo un ayuntamiento, y familiar político del titular de Desarrollo Social, resulta difícil pensar que Saúl no tuviera conocimiento, o al menos una idea, de lo que ocurría en la cotidianeidad de Pérez Guardado desde hace tiempo. Vaya, su silencio es tal que, del suceso ocurrido el pasado 7 de febrero, sólo compartió una imagen en Facebook.

Empero, es el modelo que ha seguido en los homicidios de cinco funcionarios, que tuvieron registro durante los cinco años de sus dos gobiernos municipales, y el atentado directo contra uno más de estos. Es Fresnillo el ayuntamiento que más bajas de servidores ha sufrido, cuando Saúl gobernó.

No olvidemos, entre estos, el asesinato de Jorge Antonio Monreal Martínez, su sobrino y auxiliar administrativo de Juan Pérez en la secretaría de Desarrollo Social dentro del mismo ayuntamiento. Menos empático, y más huidizo, de Saúl no provino una sola declaración o publicación en sus redes sociales aquel sábado por la tarde que el crimen organizado le arrebató a otro de sus familiares.

Por eso resulta difícil entender y creer su simulado y acotado discurso, cuando afirma que, ya en el Senado, tendrá oportunidad de encarar la estrategia de seguridad pública y a los titulares de Defensa Nacional y de Marina, para exigir respondan a la población del país más lastimada por la inseguridad.

Que responda el gobierno federal y no el presidente municipal al que la delincuencia organizada le ha quitado -con la mano en la cintura- a cuanto funcionario de su ayuntamiento ha asesinado. ¿De qué habla entonces Saúl Monreal cuando se refiere al “tema de temas”, en el municipio más inseguro de México?

¿En qué Zacatecas vive el aspirante al Senado que pretende “arrasar” en una elección para ganar “legitimidad”, encaramado en una camioneta de casi 2 millones de pesos? ¿En el mismo en el que el crimen organizado que apuntó contra su ayuntamiento, también obliga al cierre de negocios por el cobro de piso en cualquier municipio?

¿Es culpa del apellido “Monreal” su baja percepción en las encuestas, o a que no se da cuenta que repite los mismos patrones de indiferencia y negligencia que David mostró durante la campaña a gobernador, hace dos años? ¿Y qué tiene que decir a los constructores de Fresnillo de su aprecio por unas pocas empresas?

¿Cómo le va a explicar a quienes pretende que “patrocinen” su campaña, que el Órgano Interno de Fresnillo nunca va a reconvenir a Saúl por haber entregado obras públicas simulando procesos de licitación? ¿Cómo los va a convencer de que llevaba a “competir” a sus constructoras favoritas para regalarles contratos millonarios?

Y ahí están los “concursos” de invitación restringida en la que competían entre familiares y cónyuges, como el caso de los hermanos Domínguez Párgas, y el matrimonio Karen Gurrola Romero y Erick Alan González Pargas. ¿Cómo va a persuadirlos de que no había una red de triangulación de dinero para unos pocos?

El problema pues, no es el apellido. Tampoco el segundo lugar de la fórmula al Senado. El gran error de Saúl Monreal no sólo es su familia, ni David, ni Verónica, ni Ricardo, ni Caty. La crisis trata, además, de que: Saúl es Saúl. Y cientos de millones de pesos para su grupo reducido de empresarios, así como miles de muertos en Fresnillo, lo avalan.

Por cierto, su nuevo interés patente: que se etiquete lana federal a carreteras estatales… para sus selecto bloque de constructores ¿y prestanombres?


#Casualidades: La diputada María del Refugio Ávalos Márquez, mejor conocida como “Cuquita” Ávalos, finalmente consiguió lo que le fue prometido en junio del 2022, con tal de que saltara a las filas de Morena en Jerez.

Mucho tiene que agradecerle al PRI por haber roto la coalición en ese municipio, de lo contrario, “Cuquita” difícilmente hubiera aceptado el reto de enfrentar a tres fuerzas coaligadas que tenían mayores oportunidades de desplazar al partido guinda.

Empero, “la que avisa, no traiciona”. Y Cuca Ávalos abandonó a los tricolores desde hace dos años cuando elogió, en el pleno legislativo, a uno de los presidentes municipales guindas “más reconocidos”: Julio César Chávez Padilla, de extracción priísta, como ella.

La intervención de la diputada jerezana aquel 7 de junio del 2022 tenía un solo objetivo: agradecerle a Julio César Chávez Padilla la invitación a repetir su historia, cuando abandonó al PRI y se convirtió en el muchacho del pelo engominado de Morena.

El hijo político predilecto de David, el dúo favorito de Verónica para alcanzar al Senado, el presidente municipal que miraba con buenos ojos Ricardo, terminó con las ilusiones de la nueva gobernanza que no tuvo de otra más que volver a “adoptar” a Saúl.

Sin embargo, la oferta de Chávez Padilla a la legisladora del PRI se mantuvo y está próxima a convertirse en realidad. Aquí vale la pena preguntar: ¿a control remoto, o es que Verónica Díaz hizo suyo lo que Julio César abandonaría en su larga fuga? ¿Y la oposición? Mirando, nada más…

Nota: esta columna volverá a su publicación habitual el martes 2 de abril.

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