Definitivamente, esta quincena Saúl Monreal Ávila se queda sin sueldo. Es eso, o que utilice el Senado para pagar una gira turística a distintos medios de comunicación de Zacatecas, que saldrá el próximo lunes por la noche para llegar a la Ciudad de México el martes por la mañana, según explica la invitación.
Agenda Política tuvo acceso al mensaje que carece de cualquier rigor ortográfico, y que circuló únicamente a ciertos medios. El itinerario consiste en una visita guiada al pleno del Senado ese mismo martes, luego un recorrido por la antigua sede del Senado en la casona de Xicoténcatl, seguido de un paseo por “turibus”.
Incluye una noche de hospedaje, y el día siguiente (aún no está definido) el traslado al templo de la Basílica de la virgen de Guadalupe, que culminará con una tarde libre y el retorno en horario nocturno. “Obviamente que el transporte el hospedaje de la noche y una comida el martes son por cuenta del maestro Saúl” (súper sic).
En eso consiste, básicamente, la campaña de autopromoción del Cachorro como aspirante a gobernador, por el partido que esté dispuesto a postularlo. Se acabaron los tiempos en que el Senado utilizaba los recursos de su Consejo Editorial para publicar un cuarteto de obras de su hermano Ricardo.
A Sául, sin una posición preponderante en la Cámara Alta, sólo le queda regalar relojes del poder legislativo y gestionar recorridos turísticos que le ayuden a vender su imagen con todo y apellido (su gran maldición). De las cuentas pendientes en Fresnillo, parece que nadie se ocupa todavía. Ni el propio Javier Torres Rodríguez.
No es un buen augurio el silencio del nuevo cabildo, a días de concluir la entrega recepción del ayuntamiento que dejó en ruinas Rita Quiñones de Luna. Un vistazo rápido a la Plataforma Nacional de Transparencia, muestra evidencias suficientes de que la discípula de Saúl mantuvo a su red de empresas constructoras.
Vuelven a aparecer los contratistas que dimos a conocer en este portal electrónico, involucrados en la construcción del nuevo santuario del Santo Niño -gigante- de Atocha. Ahí están, al menos en el tercer trimestre del 2024, nuevos contratos para Erick Alan González Pargas y Oscar Yunel Domínguez Pargas, por ejemplo.
O sus fieles empresarios: Luisa Meza Mata, Daniel Alonso Páez Alonso, José Enrique Domínguez Vázquez, Luis Armas Meza, Mario Alberto González López, Arturo Luna Rivera, y los hermanos Ricardo y René Devora Castañeda. Juntos, amasan contratos por 20 millones 986 mil 643 pesos, de los meses de julio a septiembre de este año.
No son los únicos que reporta la plataforma de transparencia a la que le trae ganas de desaparecer Saúl en el Senado, para tapar todos los cochupos en los que convirtió el municipio de Fresnillo. Sin embargo, sí son los que se reparten entre los contratistas con los que el Cachorro juntó una fortuna los seis años de gobierno municipal.
La temporalidad de estos, aunque no coincide con los tiempos de campañas y elecciones, sí determinan el enorme flujo de dinero que paró en el conocido mecanismo de triangulación de recursos que dimos a conocer en Agenda Política, con el que Saúl Monreal repartía obra durante su administración. Y antes de concluir su mandato, Rita Quiñones les metió todavía más lana.
Cerca de 30 millones de pesos, según los reportes de transparencia, son los que terminaron en esa enorme mezcladora de concreto y dinero fresnillense, a la que Javier Torres Rodríguez ya debería de tener en la mira. Si no es así, aquello de que hubo una reunión en Puebla del Palmar con el nuevo presidente electo sonaría más real.
Como el hecho de que Horacio Javier González Jiménez, asesor de Saúl en la presidencia municipal, dirigiera los trabajos del evento de toma de protesta de “Javo”, cuando en el periodo de transición distintos medios reportaron el presunto distanciamiento y mínima comunicación con la alcaldesa Rita Quiñones.
Por esos trabajos, Horacio aún cobró en la presidencia hasta el último día del mes de septiembre un salario mensual de 30 mil 882 pesos. Hay señales bastante dispares que tendrían que reconciliarse o confirmarse en próximos días cuando se determinen las distintas observaciones de la entrega-recepción en Fresnillo.
El problema es que “Javo” Torres se encuentra más entretenido en atender el teatro de violencia que le escenifican desde la Mesa de Construcción de Paz, de la que tendría que tomar distancia prudente para dar él mismo (o su equipo) un panorama de hasta dónde interviene el municipio en tareas de seguridad y hasta dónde la Mesa.
Se trata de distribuir las responsabilidades institucionales antes de que termine por pagar platos que no son suyos, mientras el patrocinador de “Jueves de rolita” se dedica, impunemente, a organizar viajes turísticos con fines de promoción personal. ¿Y las cuentas pendientes para cuándo? ¿Y el dinero para turistear, de dónde? ¿De las constructoras?
En medio de todo este desastre fresnillense, la única que sonríe es la nueva titular en SEDESOL, próxima a medirse en las encuestas de Morena con Verónica Díaz Robles.
#Casualidades: Los “Hábitat boys” están molestos, pues seguimos obteniendo datos gracias a las distintas fuentes que han crecido desde que difundimos la primera parte de la investigación alrededor de los contratos de la obra vial del Platabus.
Resulta entonces que, en efecto, la banda de juniors metidos a “constructores” nacieron en la “sociedad” que tuvo como objetivo poner en funcionamiento el bar La Diez, en la Alameda del Centro Histórico, y que fue cerrada por hechos delictivos relacionados al narcomenudeo.
Cinco de ellos, en plena seguridad, se encuentran en esta red de prestanombres y empresas al vapor que nacen de un día a otro. Ellos son: Javier Solís de Santiago, José Octavio Cervantes Arellano, Erwin Salas Abasolo (el que más recibió contratos de obra pública durante el gobierno municipal de Ulises Mejía Haro), César Deras Solano y Arturo Nahle Pascual.
Como lo dimos a conocer en ese cuarteto de artículos sobre el Platabus, la empresa Taller Hábitat se encargó de la construcción de los juzgados de oralidad de los tribunales laborales en Fresnillo y Zacatecas.
“Bastante careros” como fueron etiquetados en el Tribunal Superior de Justicia de Zacatecas, fuentes que conocen muy bien el juego de los “Hábitat boys” aseguran que la obra fue concedida a José Octavio Arellano para encubrir el nombre de Arturo Nahle Pascual (el de las fotocopias de precios millonarios en Oaxaca).
O qué tal la obra de Reestructuración de la Unidad de Medicina Familiar en el municipio de Sain Alto, por 2 millones 79 mil pesos, que les otorgó la delegada del IMSS en Zacatecas, Saandra Durán Vázquez, el 22 de septiembre del 2023.
Y es que estos son como la colección literaria de Miguel Ángel Porrua: “sepan cuántos”… contratos públicos por favoritismo. Así cualquiera inicia una “sociedad mercantil”.