Las campañas electorales están a la vuelta de la esquina. De acuerdo con el calendario del proceso electoral, aprobado por el Consejo General del IEEZ, a partir del 31 de marzo, y luego de dos días de sesiones especiales para validar la procedencia o improcedencia de candidaturas, la contienda dará inicio.

Esto significa que, durante el 29 y 30 de marzo, finalmente conoceremos las listas de candidaturas que presentaron los partidos políticos al cierre de registros, el pasado 11 de marzo, y la composición de espacios en planillas municipales tanto de mayoría relativa como de representación proporcional.

Es en esta etapa en la que sabremos cuál es la configuración total de aspirantes a cargos de elección popular, así como la prevalencia de ciertos grupos políticos al interior de sus institutos, en su mayoría divididos y confrontados. Cuáles acuerdos políticos prevalecieron, y qué coalición de partidos tendrá mayores posibilidades de triunfo.

A partir del 31 de marzo, y hasta el 2 de junio, la normativa electoral también obligará a David Monreal Ávila y a su nueva gobernanza a permanecer en silencio (más de lo que ya lo hacen). Por ende, resulta fundamental estirar la liga en la coyuntura política que representan los hechos sucedidos en Zacatecas, el 8 de marzo.

Dos exhortos ya han sido aprobados por una parte de la oposición, dentro del pleno de la LXIV Legislatura, en uno de sus últimos intentos por marcar la agenda pública cerca de su ocaso. Como respuesta oficial, Rodrigo Reyes Mugüerza colgó una publicación en redes sociales avisando de su permanencia.

La fotografía que difundió, de lado de una de las periodistas agredidas por la estrategia de confrontación que echó a andar la Secretaría de Seguridad Pública de Arturo Medina Mayoral, funcionó como advertencia de las consecuencias de ambos exhortos, a los que harán oídos sordos y ojos miopes.

Otra imagen más deslizaron desde la Coordinación de Comunicación Social en la visita de “cortesía” que ofreció David Monreal a la empresa Cesantoni, para comprometerse -sin el menor empacho- a “mantener los canales de diálogo abiertos” con un sector del empresariado al que la nueva gobernanza también ha anulado.

Quien se prestó para hacer el juego a la nueva gobernanza, esta vez, fue Pablo Yaco Reimers Campos, cuya familia ha recibido amplios beneficios públicos para sostener a flote a la empresa de pisos y azulejos. Ahí nuevamente apareció, junto a David, el titular de la Secretaría General de Gobierno.

Los mensajes parecen dirigirse a los de casa, que esperaban el momento preciso para destronar a Rodrigo Reyes y regresar a su lugar a Gabriela Pinedo Morales. Es probable que, después de estas señales, en estos días reinicie el proceso de entrega-recepción en la Secretaría de Educación.

Pinedo Morales, como se supo hace unos días, se encargaría de tomar las riendas que soltó (es un decir) Maribel Villalpando Haro una vez fue registrada como candidata a un distrito local en “Jalapa” (por error ortográfico de Rubén Flores Márquez), después de que la diputación federal le quedó enorme en las encuestas.

Poner en la boleta a Villalpando Haro en el distrito XV, deja fuera de posibilidad de reelección al diputado Armando Delgadillo Ruvalcaba (en préstamo temporal del PT a Morena). No importa la línea de obediencia durante su ejercicio legislativo, tampoco fue considerado para un espacio del gabinete local.

Y esa será la constante de lo que veremos en las listas de candidaturas de la coalición Morena-PVEM. La construcción de la campaña 2027 al gobierno del estado desde la delegación de Bienestar, que consiste en ganar la mayor cantidad de municipios ahora en manos de servidores de la nación, coordinadores territoriales y subdelegados.

De ahí que resulten vanos los intentos de Saúl Monreal Ávila para colgarse de una lista de candidatos que no tienen afiliación con su proyecto. Como apéndice de la fórmula al Senado, no tiene poder de decisión, y los votos que él supone cosechar tan sólo fortalecen la percepción de triunfo de Verónica Díaz Robles.

La realidad, en cambio, apunta a una ruta prestablecida: a mayor triunfo de distritos y municipios impuestos por el Bienestar, mayor la presencia de Díaz Robles en el mapa electoral del 2027. Algo que Ricardo Monreal Ávila sabía y aún así permitió, con anuencia de Mario Delgado Carrillo.

A diferencia de este escenario, las condiciones políticas de Saúl Monreal cambiarán drásticamente. Su peso no va más allá de un voto en la Cámara Alta. Ya no podrá mover millones de pesos mediante sus constructoras consentidas, como lo hizo durante cinco años de gobierno. Su palabra es lo único que le queda (a estas alturas bastante devaluada), y el voto de castigo es su mayor enemigo.


#Casualidades: Horas antes de que concluyeran los registros de candidaturas, en el PRI de Zacatecas buscaban con urgencia un bate emergente, pues las condiciones administrativas de Roberto Luévano Ruiz auguraban una campaña en riesgo.

Carlos Peña Badillo llamó a algunos aspirantes con tal de que le ayudaran a tomar la estafeta de Roberto, una vez que el procedimiento de inhabilitación en su contra quedara en firme, y la sanción obligara a sustituir su candidatura.

Recordemos que Luévano Ruiz fue uno de los perfiles que más colaboró en votos a los proyectos de David, Ricardo y Saúl Monreal. Tanto confió en los de Fresnillo, que olvidó los riesgos de empeñar su palabra a la dinastía política.

Con este, el alonsismo se dirige a la derrota en distritos y municipios como Sombrerete, Jerez, Río Grande y Guadalupe. Graneros de votos que el PRI necesita para legitimar las aspiraciones de sus cuadros en 2027.

Empero, del tamaño de la derrota será el peso político con el que naveguen durante la renovación de la dirigencia nacional del partido. Aunque Carlos Peña ostente un cargo por otros tres años, su centro de empoderamiento mudará de sede.

No olvidemos que el partidazo fue el mismo que creó las figuras de “delegados políticos estatales”. El último de ellos despachó también en la delegación de la Secretaría de Gobernación, en la administración de Alejandro Tello Cristerna.

Son mecanismos políticos para reducir la influencia local, una vez cambie de manos la dirigencia, y bien podrían reactivarlo en Zacatecas cuando Alejandro Moreno Cárdenas sea despachado durante la renovación del CEN del PRI, pasando la elección.

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