- La ASF determinó que Industrias A y G, como sociedad mercantil, no debió ser asignada para las tareas del Crédito Ganadero.
- Industrias A y G utilizó una base de datos de beneficiarios, animales y proveedores, que difería en su contenido.
- Casi 23 mdp fueron repartidos entre distintos productores registrados en la misma Unidad Productiva Pecuaria (parcela).
Zacatecas, Zac.- De un total de 50 millones de pesos que David Monreal Ávila otorgó a Industrias A y G S.A. de C.V., 20 millones 577 mil pesos tuvieron que ser reintegrados a la Tesorería de la Federación (TESOFE), y 1 millón 525 mil pesos no pudieron ser comprobados por el Agente Técnico.
El Administrador Único de la empresa es Víctor Hugo Calderón Vázquez, emparentado con Nemesio Vázquez García, quien estuvo a cargo del programa Crédito Ganadero en Zacatecas; así como con Cuauhtémoc Calderón Galván, uno de los coordinadores de la campaña electoral de David Monreal.
Los Agentes Técnicos que funcionaron como intermediarios del programa con los beneficiarios, tenían como encargo la compra de ganado y su entrega a productores pecuarios, así como la entrega de complementos alimenticios y servicios técnicos.
En la revisión de los expedientes de selección y designación de estos Agentes Técnicos, la Auditoría Superior de la Federación determinó que la persona moral Industrias A y G como sociedad mercantil no debió ser asignada para las tareas de operación del programa.
Además de que se constató que la empresa fue constituida el 28 de junio del 2016, con lo que David Monreal Ávila transgredía los lineamientos del Crédito Ganadero al otorgarle contratos a empresas que tuvieran una antigüedad menor a los 4 años desde su origen.
El pasado 3 de noviembre, Agenda Política dio a conocer que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) inició un procedimiento disciplinario por “presuntas irregularidades administrativas atribuibles a David Monreal Ávila, Coordinador General de Ganadería, y el Administrador Único de la persona moral denominada Industrias A y G“.
En cuanto a los cumplimientos técnicos, Industrias A y G no presentó durante la auditoría el Informe Final de Resultados, así como los enteros de productos financieros, ni los documentos que ampararan el cierre finiquito de su convenio.
En el mismo sentido, del análisis de la base de datos que tuvo en su poder Industrias A y G donde se detallan la aplicación de recursos, las cantidades de beneficiarios, cantidades de animales entregados y de proveedores con los que adquirieron ganado, se observó que sus registros diferían “lo que resulta en la falta de confiabilidad y transparencia de la información“.
Sin embargo, a través de una solicitud de información y un recurso de revisión ante el Instituto Nacional de Transparencia (INAI), Agenda Política pudo obtener copia del informe final que entregó Industrias A y G fuera del plazo establecido, mismo que no contiene la relación de animales, proveedores ni beneficiarios, y consta de imágenes poco visibles.
Apoyos a beneficiarios no se apegaron a los lineamientos.
Dentro de la Cédula de Resultados Finales, de la auditoría de desempeño al Crédito Ganadero a la Palabra 275-DE, el órgano técnico de fiscalización determinó que David Monreal Ávila operó el programa en ausencia de un padrón integral de beneficiarios integral, accesible, oportuno, relevante, verificable e inteligible, que aportara transparencia y rendición de cuentas.
Se identificaron 104 bovinos cuyos registros muestran que fueron entregados a más de un beneficiario. Y que 60 de ellos, por un importe de 1 millón 5 mil pesos, ya habían sido asignados a productores pecuarios que fueron dados de alta como propietarios de esos mismos animales.
La Auditoría Superior de la Federación también encontró duplicidad en los registros de beneficiarios, pues 6 Claves Únicas de Registro de Población (CURP) fueron registradas a nombre de 12 beneficiarios, lo que indica duplicidad de apoyos con un monto de 253 mil pesos.
Además, se localizaron 387 claves de Unidad de Producción Pecuaria (UPP), registradas a nombre de más de un beneficiario, lo que significa que algunos productores fueron inscritos con las parcelas de otros beneficiarios, para poder obtener apoyos. En total, fueron 22 millones 785 mil pesos los que se repartieron de esta forma.
Por encima de los lineamientos, la Coordinación de Ganadería también otorgó a 120 beneficiarios, un total de 121 sementales por un monto de 4 millones 480 mil pesos, sin que cumplieran con la cantidad mínima de vientres para reproducción en sus unidades pecuarias.
Asimismo, la ASF encontró que 387 beneficiarios que recibieron apoyos por 22 millones 227 mil pesos, no corresponden a la población objetivo del programa (pequeños productores pecuarios), debido a que sus inventarios iniciales superaban los 35 animales que se establecían como criterio para discernir si eran susceptibles de apoyos.
En cuanto a la fecha y edad del aretado de las vaquillas, la Auditoría Superior reportó que 781 bovinos con valor equivalente a 15 millones 922 mil pesos, no contaron con la edad de 14 a 36 meses, sino que se repartieron animales en edades no reproductivas que oscilaban entre 1 y 9 meses de nacimiento.
Otros 742 beneficiarios “recibieron apoyos en demasía, por un monto de 23 millones 474 mil pesos“, pues se comparó la cantidad de vientres y sementales entregados, contra la cantidad de vientres y sementales que podían recibir.
De mayor gravedad fue la observación sobre los archivos proporcionados por la entidad fiscalizada en donde “no se encontró el precio de la totalidad de los bovinos entregados“.
Finalmente, la ASF explica que 457 beneficiarios que recibieron apoyos por 2 millones 610 mil pesos sin haber recibido animales para sus unidades productivas, sí recibieron componentes de “suplementos alimenticios“, lo cual contraviene los lineamientos de operación en su artículo 11.∎
Nota: Esta es una segunda entrega que corresponde a la revisión de los resultados 6, 7 y 8 (de 12) en la auditoría 275-DE.