Desde sus primeros días como “responsable” del ejecutivo estatal, David Monreal Ávila ha llamado a las Mesas de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz para dar “salida” a los hechos de violencia que mayor repercusión tienen en el ámbito público. Podría decirse que son un sinónimo de las reuniones semanales que realizaba el Grupo de Coordinación Local.

Su nuevo nombre obedece al homónimo que presentó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en la estrategia de “pacificación” como respuesta a la violencia de las organizaciones criminales. Y en los hechos, queda claro que quienes ahí se dan cita no pueden siquiera compartir información en un mismo sentido… o uno de sus asistentes, si la recibe, no la comprende.

De los diez cuerpos encontrados en un puente vial de Ciudad Cuauhtémoc, el pasado 18 de noviembre, ninguno fue “sembrado” por la “inacción” de otros gobiernos. Los números de la Fiscalía Estatal dicen que cinco de ellos pertenecían al municipio donde fueron colocados. Tres más eran provenientes de la capital zacatecana, otro de Guadalupe y uno más de Ojocaliente.

Ya hay un vicio de origen en las declaraciones de David Monreal, y aun así contradijo los datos que se manejan en esas “mesas de paz”. Además, minimizó una declaración como la de Francisco Murillo Ruiseco, cuando advirtió que la detención de Rosalinda González Valencia, esposa de Nemesio “El Mencho” Oseguera, tendría repercusiones en Zacatecas como las que vimos en Ciudad Cuauhtémoc.

Este lunes, de nueva cuenta el gobernador José Rosas Aispuro Torres mantuvo su postura: “Yo lo que dije es que, siempre es más seguro viajar de día” en la ruta Durango-Zacatecas. La alerta de viaje por la carretera federal 45 es una realidad, lo mismo que la percepción de inseguridad dentro y fuera de la entidad, independientemente de lo que diga y piense David.

Y su suerte no parece mejorar. En la conferencia matutina de Palacio Nacional, el día de ayer, Rosa Icela Rodríguez apunto que de los 28 mil 101 homicidios dolosos que se han registrado en todo el país durante octubre, a Zacatecas le corresponden 1 mil 316 asesinatos. El estado se coloca en octavo lugar en el registro de estos homicidios, y el apellido Monreal resuena.

No son herencia de otras administraciones, como intenta justificar Hermelio Camarillo Conde, nuevo director de SIZART que en sus ratos libres excusa en Facebook la ausencia de autoridad en el estado, con la retórica del “no es culpa de David”. Son números que arroja su “estrategia”, esa que acumula su primer baja en el gabinete, la de Arturo López Bazán.

Un antecedente debe quedar claro a estas alturas. Al exsecretario no lo ratifica en complicidad con Alejandro Tello Cristerna, sino en gratitud a la labor que realizó Bazán hace algunos años, y detrás de los bastidores, cuando ayudó a Ricardo Monreal Ávila en el secuestro de uno de sus cientos de familiares en Zacatecas. Esa fue su entrada, hace dos años, como titular de la SSP.

Según relata Arturo López, la relación que mantiene con López Obrador asimismo facilitó su traslado a Zacatecas como Secretario de Seguridad. Y el vínculo que después lo unió al coordinador de senadores de Morena, ayudó a concretar el nombramiento en el que se desempeñó desde febrero del 2020 hasta noviembre del 2021.

Bazán nunca estuvo conforme con la posibilidad de ser ratificado en el cargo. Lo comentó en privado distintas ocasiones, y era un tema recurrente: las distintas amenazas de muerte que recibía de las bandas criminales habían llegado al extremo de buscar, a la brevedad, su salida del estado. Finalmente encontró un buen pretexto para resguardarse lejos de Zacatecas.

Uno de los grupos de la delincuencia organizada se ha encargado de darle una despedida muy peculiar. Los mensajes en algunas lonas, al día siguiente de la destitución de López Bazán, señalaban presuntos desvíos en compra de turbosina para helicópteros de la SSP, presuntos desvíos en la construcción de un helipuerto, y presuntas cuotas irregulares en el penal de Cieneguillas.

No son acusaciones realizadas de manera aleatoria, y explican muy bien el nivel de infiltración en el que se encuentra la secretaría ahora en manos del militar en retiro, Adolfo Marín Marín. De qué otro lugar, si no es de la misma SSP, podrían obtenerse datos particulares de la administración interna de los recursos de esa dependencia.

Ese es el primer dilema que deberá de enfrentar el exjefe de operaciones de combate permanente contra el narcotráfico en los estados de Chihuahua, Durango y Sinaloa. E igualmente deberá obedecer a un David Monreal que no está dispuesto a admitir el nivel de deterioro en que se encuentran las corporaciones estatales, y prefiere mejor repartir culpas a otros gobiernos, porque no sabe hacer otra cosa.

En paralelo tendrá que atender su responsabilidad con el tono político que le imprime David a un tema crítico. Si mantiene en el descuido a municipios como Zacatecas, Fresnillo y Guadalupe, qué decir de los que gobierna la oposición. De ahí la solicitud de Eleuterio Ramos Leal y Miguel Torres Rosales para que les tome la llamada y atienda su chamba. Dice que quería “gobernar” ¿no?


#Casualidades: La situación financiera es tan crítica para la “nueva gobernanza” que ya se dedican a pasar charola en los municipios. Si son de Morena, menos deben de hacer gestos y cooperar con una causa que no tiene ni pies ni cabeza, más allá de las cuotas.

De mantenerse en necedad, el Fondo de Aportación para Infraestructura Social (FAIS) terminará el 2021 con subejercicios. Y será la culpa de David, y de nadie más, si ese rubro encuentra decrementos en el presupuesto del 2023.

Resulta que la Secretaría de Obras Públicas de eso que llaman el “gobierno estatal” le pide a los presidentes municipales que, si quieren ver recursos del FAIS, sus administraciones deben de ir a un “pari passu”. O sea, peso por peso del municipio y del estado.

En la administración de Alejandro Tello los recursos del FAIS eran otorgados a cada munícipe a su libre disposición. Unos más, otros menos, por sus propias características, pero cada ayuntamiento decidía el destino de dichos fondos.

David, en la terrible austeridad auspiciada por su “amigo” el presidente López Obrador, ahora ve un espacio de oportunidad para jalar la poca cobija que le queda a los municipios. Y la condición es la siguiente: “nosotros decidimos en qué se gasta ese dinero a través de Obras Públicas”.

No sólo le quitan la libre disposición de recursos a los acreedores del FAIS, ahora los obligan a ponerle dinero al gobierno de David para que él presuma obras que no son suyas. Y el siguiente paso es quitarles la atribución del cobro del predial y asignarles, a criterio de la “nueva gobernanza”, los recursos en programas y obras que David crea convenientes. Negocios y más negocios.

Twitter: @GabrielConV

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