Crédito Ganadero en crisis.

Las aspiraciones electorales de David Monreal Ávila pronto atravesarán tiempos de pesadilla. Su círculo cercano desestimó la plataforma política en que podría convertirse el Crédito Ganadero a la Palabra, de haberse conducido con cánones administrativos elementales.

Eficientemente desarticulados.

Si no es una realidad, al menos la percepción predomina. Dos episodios emblemáticos, con apenas días de diferencia, explican bien la situación.

AMLO, el elector.

La lucha interna por la dirigencia nacional de Morena, que lleva implícito el consecuente control en la designación de candidaturas (así lo asumen) en la elección del 2021, refleja bien el cúmulo de contradicciones que anteriormente cedían con la voz del líder único.

El artífice de fracasos.

Pareciera que el Coordinador Nacional de Ganadería insiste en llamar o entender como “politiquerías” las informaciones en torno a las diversas irregularidades que copan el Crédito Ganadero a la Palabra.

Derecho de piso legislativo.

Probablemente la gota que derramó el vaso entre Roxana del Refugio Muñoz González y Verónica del Carmen Díaz Robles fue el ambiente de hostigamiento hacia la suplente de la delegada de Bienestar en Zacatecas.