En cuestión de pesos y centavos la LXIV Legislatura desconoce cualquier pacto de honor entre pares y de respaldo ciudadano hacia sus votantes. Con ello en mente, el diputado José Guadalupe Correa Valdéz se apersonó en las oficinas de Plaza de Armas donde hacen como que despachan en la nueva gobernanza, para ofrecer diez votos de la oposición.

Nadie sabe si se refería a los del PRI, a los del PAN, a los del PRD, a los de Nueva Alianza, o a fragmentos pequeños de cada bancada, con la finalidad de desahogar el presupuesto que envió David Monreal Ávila para su aprobación inmediata. Tan inmediata que incluso se habló de que en la sesión del pasado miércoles ya se habían juntado los 16 votos necesarios.

Sin embargo, al corte de esta columna, la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública que preside el legislador albiazul (y con la que ha charoleado en cada oportunidad), ni siquiera tiene un proyecto de dictamen para aprobar la Ley de Egresos en ese órgano. Únicamente han avanzado en la Miscelánea Fiscal y la Ley de Ingresos, así que, aquellos diez votos prometidos por “Lupe” se convirtieron en una falsa expectativa.

Para desnudar el poco valor de la palabra que empeña Correa Valdéz frente a la nueva gobernanza, esta misma semana la minoría opositora ofreció una conferencia banquetera en la explanada del Congreso, en la que fijaron postura sobre los asuntos que votarán en contra: el refinanciamiento de la deuda, la construcción de un segundo piso elevado, y la reforma a la Ley del Servicio Civil.

María del Mar Ávila Ibargüengoytia, Karla Valdez Espinoza, Enrique Laviada Cirerol, José Juan Mendoza Maldonado, Zulema Yunuén Santacruz Márquez y Priscila Benítez Sánchez saben que sus votos no impedirán la aprobación de ese presupuesto enfocado en construir una enorme caja de flujo que servirá a los Monreal en la elección del 2024.

Pero, están dispuestos a evidenciar una cantada complicidad entre el PRI y Morena, con tal de que cada diputado asuma su responsabilidad en las campañas que están por iniciar a la vuelta de la esquina. No sin que algunos legisladores como Gabriela Monserrat Basurto Ávila y José Xerardo Ramírez Muñoz presenten reservas en algunos temas que han criticado abiertamente.

Es el caso de la construcción que planean en la Secretaría de Obras Públicas para instaurar pasos elevados en la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe, con la consecuente asfixia de la principal vialidad que atraviesa de norte a sur la capital del estado. Ello sin que medie un proyecto que sea conocido por las y los legisladores, y que permanece en sigilo.

Al menos eso fue lo que expusieron la diputada del PRI y el del PT, durante las comparecencias que presentó ante el pleno el secretario de Finanzas, Ricardo Olivares Sánchez. Un secretario que carga a cuestas todo un gabinete que no le ayuda a transitar en un presupuesto muy complicado, pues lo mismo proyecta un refinanciamiento y una obra faraónica en un mismo paquete anual.

Empero, a quien debería de mirarse con atención es al titular de Obras Públicas, José Luis de la Peña Alonso. No habían transcurrido ni 24 horas de asumir el cargo por el que desplazaron a Guillermo Carrillo Pasillas, cuando ya citaba en sus oficinas a una larga lista de proveedores para pedirles, abiertamente, apoyo tangible en la campaña electoral de su patrón(a).

A la fecha, el desfile de contratistas es continuo, y todos salen con la misma queja: ofrecer a precios sin margen de ganancia (y sin garantían de respaldo presupuestal), los productos o servicios para los que se les asignan contratos de manera habitual. En ello, De la Peña tampoco niega el objetivo real por el que llegó al puesto: mejorar el flujo de recursos públicos hacia las elecciones.

Así que, aquellas escenificaciones que manipulaba la oposición apadrinada por los Monreal en los gobiernos de Miguel Alejandro Alonso Reyes y Alejandro Tello Cristerna, no fueron más que una puesta teatral con tal de conseguir en la percepción pública lo que no podían conseguir en las urnas. Ya en el gobierno, los esquemas se repiten de maneras burdas.

Tan solo el presupuesto general asignado para el “Viaducto Elevado Boulevard Adolfo López Mateos y Calzada Héroes de Chapultepec” en un proyecto plurianual, casi alcanza los 3 mil 700 millones de pesos. Esto es equivalente al 50% de los recursos aprobados mediante voto legislativo, para endeudar las arcas de Zacatecas -por años- en el sexenio de Miguel Alonso.

Es una obra que fija costos por kilómetro construido, por encima de 1 mil 200 millones de pesos. Algo nunca visto en la historia de las obras faraónicas que tanto se desgañitó David Monreal en pregonar como “opositor” con sueldo de senador del PT. Miles de millones de pesos que hoy ya no se utilizan para reconstruir las carreteras de Zacatecas, su aburrida perorata de campaña.

No obstante, uno de sus asesores de cabecera lo advierte de manera oportuna y clara: David sabe que va a una campaña en la que la nueva gobernanza perderá las intermedias. De ninguna manera -advierte quien lo conoce bien- David va a tirar dinero en una elección que tiene todos los elementos para encumbrar el voto de castigo contra el apellido Monreal. Por ende, mucho de ese dinero ni siquiera llegará a las campañas, y probablemente termine en San Antonio (Texas).

Empero, las y los legisladores del PRI que pretendan acompañar a la nueva gobernanza en la aventura de un presupuesto a todas luces electorero, y que busquen reelegirse, comenzarán a coleccionar el rechazo ciudadano antes de que inicie el 2024. Un voto en contra no podrá frenar las burdas pretensiones de David, pero sí rendirá frutos en la confianza ciudadana que otros perderán.


#Casualidades: Lo mejor que le puede pasar a Eldaa Catalina Monreal Pérez, es alcanzar la única candidatura por la que ha metido las manos, en las mesas de negociación nacional, su padre el senador Ricardo Monreal.

No obstante, lo peor que le puede pasar a David y a Saúl, es que “Caty” Monreal se encumbre como candidata de Morena a la delegación Cuauhtémoc. Y es que, si la heredera única de la dinastía es postulada por los guindas como delegada, destruye la narrativa que sus tíos se esmeran en levantar.

Tiene que ver con las denuncias en contra de un aspirante al Senado de la República, y contendiente del “Cachorro”, a quien le achacan haber participado por otro partido en la pasada elección, razón suficiente para que se invalide su registro.

Resulta entonces que, Eldaa Catalina, como excandidata de Fuerza Por México, estaría en las mismas condiciones. Salvo que la convocatoria a la Cámara Alta encuentre sus contradicciones en comparación con las de otros puestos, ese argumento bastaría para “tumbar” a Caty.

Aunque posible, ese es ya un escenario lejano. Ni Caty, ni el acérrimo enemigo de David, serán impugnados desde la Comisión de Honor y Justicia. Pero, a diferencia de la elección en Zacatecas, a Caty sí la obligarán a cargar con los enemigos que su padre un día desplazó.

Se trata de Dolores Padierna Luna quien rebasa en las encuestas a la primogénita Monreal, y que dejó su registro a competirle a Caty “para después”.

Un después que ahora le garantiza una curul a Padierna en la Asamblea de la Ciudad de México, en una elección en la que la heredera Monreal incluso tendrá que apoyar a la acérrima rival de Ricardo, con tal de no perder la delegación. No cabe duda de que “nadie sabe para quién trabaja”.

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